Los científicos comprobaron que los "dolores fantasma" se redujeron en todos los pacientes con amputaciones estudiados al llevar una de estas prótesis, al menos durante ocho horas. Además de eliminar estas molestias, también lograron mejorar la movilidad y reflejos de las personas que las portaban.

Estas prótess tienen la apariencia externa de cualquier otra, pero incluyen electrodos que reciben señales de ciertos músculos o las envían a una especie de motor, que funciona en el interior de la prótesis. Los escáneres demostraron que este sistema favorece la tarea reorganizadora del cerebro tras la pérdida de un miembro, lo que puede ser la causa de la reducción de los "dolores fantasma".