Según los dirigentes de ambas formaciones, en esta convergencia, con la que pretenden crear una alternativa sólida al PNV, han primado las necesidades del ciudadano para ofrecere "un nuevo proyecto que no sólo sea capaz de ilusionar a los que ya representábamos cada uno, sino a esa otra parte de la sociedad que no estaba identificada con ninguno de los dos proyectos anteriores porque consideraba que sobraba o faltaba algo".

El vicesecretario general de los socialistas vascos, José Luis Marcos Merino, manifestó que, a partir de este proyecto, el debate político se centrará en los problemas económicos que la Comunidad Autónoma Vasca está padeciendo.

"Vamos a hacer un esfurzo por eliminar la actitud de inhibición y autoexculpación que nos lleva a los vascos a pensar siempre ante los problemas que la culpa de nuestros males la tienen los demás", dijo.

Respecto a la coincidencia en la fecha de este congreso de unidad y la segunda ronda de las elecciones francesas, Marcos Merino aseguró que no se debe hacer una lectura coincidente, ya que son dos casos diferentes. "Para nosotros lo que ocurra en Francia ni quita ni pone", dijo, aunque se mostró dolido por el fracaso sociaista francés.

Por su parte, el vicesecretario general de EE, Mikel Unzalu, se refirió al "caso Filesa" diciendo que está "sub iudice" y que ni siquiera hay aún un proceso jurídico contra el PSOE, aunque dijo que la financiación de los partidos deben de resolverla en un primer momento los jueces y, posteriormente, establecer un debate entre las formaciones políticas.

El próximo sábado los delegados de ambos partidos debatirán cuatro resoluciones: tres de carácter político y una de carácter estatutrio. También elegirán los órganos de dirección del nuevo partido, integrados con militantes de las dos formaciones políticas.

El PSE, por su parte, celebrará el próximo viernes un Congreso extraordinario para dar vía libre a la convergencia definitiva con EE, que se formalizará al día siguiente.