“Si le preocupa con quién duermen los miembros de este Gobierno, debería explicarnos con quién y dónde dormía mientras pasaba vacaciones con su amigo el narcotraficante, el señor Marcial Dorado”, afirmó la portavoz del PSOE, Esther Peña, en unas declaraciones remitidas a los medios. “¿Descansaba bien mientras las madres de la droga lloraban por sus hijos fallecidos a causa de la mercancía que el amigo del señor Feijóo introducía en España?”, lanzó.

Este lunes, Feijóo condenó “todas las expresiones machistas” contra Alegría, aunque subrayó que la ministra debió “clarificar desde el principio si es verdad que estuvo” en el Parador de Teruel la misma noche en la que el exministro José Luis Ábalos presuntamente montó una fiesta que provocó daños en el establecimiento hotelero. Y este jueves, en una entrevista en ‘OkDiario’, avanzó que pedirá “explicaciones” a Paradores.

Para Peña, Feijóo vuelve a demostrar que “no tiene ni la talla política ni moral para presentarse como presidente del Gobierno”, y definió su comportamiento como un “ramalazo machista que le acerca mucho más a la ultraderecha”. “Pareciera que debe presentarse por Vox, aunque quizá ese partido tampoco le quiera por los malos datos que da la demoscopia como candidato”, añadió en alusión al CIS.

La portavoz socialista considera que “la curiosidad” de Feijóo por “saber con quién duermen las ministras de este Gobierno” –aunque él se ha limitado a reclamar a Alegría que aclare si estuvo o no en el Parador– es “la gota que ha colmado el vaso del despropósito desde que el señor Feijóo llegó a Madrid”, más aún cuando se ha “escudado” en “informaciones de los pseudomedios”.

“Se le nota que está fuera de su ambiente. Ese ambiente con el que, con mayoría absoluta en Galicia, supuestamente otorgó más de 20 millones de euros a la empresa de su hermana en contratos troceados y sin publicidad. Allí sí que se encontraba como pez en el agua, o mejor dicho, en la charca”, apostilló.

Con todo ello, Peña considera que Feijóo “ha dejado claro que tiene una gran incompetencia política” y “un grave problema de machismo que debería hacérselo mirar”.