En declaraciones a Servimedia, Barrionuevo insistió en que este límite numérico no significa la exclusión de un determinado sector. A su juicio, se trata más bien de un proceso de selección lógico, basado en la disposición de los miembros de la futura Ejecutiva para trabajar en común.

Barrionuevo defendió la flexibilidad como regla general para elegir a la nueva dirección del partido y se declaró contrario tanto a los que defienden l presencia de los 'barones' del partido en la Ejecutiva, como a los que proponen la incompatibilidad de los miembros de este órgano con cargos de dirección regionales o provinciales. "No debe haber reglas absolutas", afirmó.

Vaticinó el triunfo de "los conciliadores" en el 33 Congreso del PSOE y abonó la teoría de que los más radicales de los dos sectores enfrentados quedarán fuera de la dirección.

CERRAR LA CRISIS

El diputado socialista reconoció que en todos los procesos congresuales del PSOE"ha habido polémica y escisiones para la elección de las listas, lo que no quiere decir que al final no se llegue a acuerdos".

Como ejemplo, se refirió al pacto que permitió la elaboración de una Ejecutiva de consenso en el 32 Congreso del PSOE, con la que "se cerró en falso" una incipiente crisis interna porque "las resoluciones fueron por un lado y la elección de la Ejecutiva fue por otro".

"Ahora sería deseable un cierre real y para ello no se puede excluir a nadie, pero se han de elegir persoas que tengan la decisión de trabajar en un proyecto común y eso no quiere decir que tengan que estar previamente de acuerdo con todos lo detalles".

Barrionuevo rechazó la idea de que los guerristas estén creando un auténtico partido dentro del PSOE, aunque reconoció que este sector "está coordinado y se reúne por separado. Creo que hay una diferencia de calidad, que aun no se ha traspasado".