El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, compareció en rueda de prensa después de la reunión de la Comisión Ejecutiva del partido, que aprobó una resolución sobre el "plan Ibarretxe".

El texto juzga "reprochable" que la iniciativa impulsada por el "lehendakari" haya logrado los votos de los violentos y el rechazo de quienes padecen esa violencia, y enumera todos los argumentos esgrimidos hasta ahora por el PSOE para oponerse a ella.

Subrayan que rompe la legalidad institucional, hace "tabla rasa" del estatuto, es excluyente, se impone a los no nacionalistas, y olvida que la principal tarea del Gobierno vasco es garantizar la libertad de todos sus ciudadanos.

Los socialistas respaldan la actitud "firme, responsable y meditada" del Gobierno en su oposición a que este plan salga adelante, y también en su convicción de que debe ser debatido en el Congreso de los Diputados.

Es lo que dicen las leyes, apuntan, "pero también lo que requiere la magnitud del desafío planteado". "Nos sobran argumentos para defender nuestra oposición a este plan, y el lugar para expresarlos, el sitio desde el que los ciudadanos deben escucharlos, el espacio público para un debate de estas características, debe ser el Congreso de los Diputados, sede de la soberanía popular".

En el texto, los socialistas dicen que han constatado que la oposición a este plan es compartida por el PP, pero denuncian la actitud "verdaderamente hipócrita" de este partido, cuyo líder ofrece diálogo pero que emprende al mismo tiempo "una campaña de descalificaciones continuas" hacia el Ejecutivo.

Blanco fue más allá en la rueda de prensa y acusó directamente al PP de "sacar el látigo" con una mano mientras ofrece colaboración con la otra, y le pidió por ello una actitud "leal" hacia el Gobierno.

Igual que se dice en la resolución, Blanco señaló que la entrevista del presidente y Mariano Rajoy del próximo viernes será la ocasión para tratar este asunto. Lo deseable, dijo, es lograr "un entendimiento razonable" para llegar a compartir una estrategia.

El texto pide abiertamente al PP un comportamiento "similar" al que mantuvo el PSOE desde la oposición, y Blanco añadió que los populares deberían "interpretar bien" a los ciudadanos, porque será la única forma de que algún día, "que yo espero lejano" vuelvan a ser mayoritarios.

Blanco aseguró que el PSOE no tiene intención alguna de defender la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que permitiría suspender la autonomía del País Vasco, y tampoco quiso valorar las declaraciones de algunos dirigentes socialistas que se han apuntado esa posibilidad.

Sobre las declaraciones de Jaime Mayor Oreja en las que denunciaba otro futuro plan rupturista en Cataluña, Blanco aseguró que no son "muy afortunadas".

Aunque no quiso abrir debate sobre estas palabras, el dirigente socialista recordó que el "plan Ibarrexte" segestó mientras el PP gobernaba en España, y que quizá algunas actitudes contribuyeron a tensionar la vida política y a anular el diálogo.

En todo caso, reiteró que la reforma del estatuto de Cataluña es respaldada por una amplia mayoría del Parlamento de esta comunidad y respeta las reglas de juego. "Nada tiene que ver", sentenció, con el "plan Ibarretxe".

De hecho, Blanco aseguró que tiene constancia de que una de las personas más disgustadas con estas declaraciones de Mayor Oreja es Josep Piqué, líder de los populares catalanes, y al que, dijo, le gustaría poder formar parte de ese proceso de reforma estatutaria.