EL PSOE MANTIENE EL TIPO ANTE LA DERROTA

MADRID
SERVIMEDIA

Los socialistas han procurado no dejar traslucir su disgusto por la amplia derrota que les ha propinado el PP. La esperaban, pero confiaban aún en el tradicional voto oculto que, en esta ocasión, ha ocultado un llamativo trasase de votos del PSOE hacia IU.

Los dirigentes del PSOE reconocieron la derrota, incluso desde el momento en que se supieron los resultados de los sondeos de las ocho de tarde. Quizá para diferenciarse de lo que hizo el año pasado el PP, que durante una buena parte de la noche se negó a admitir su fracaso electoral, varios miembros de la Ejecutiva del PSOE se dejaron ver y concedieron declaraciones a todos los medios informativos que lo solicitaron.

Sus primeras palabras, en todos los casos, fuern de felicitación para los dirigentes del Partido Popular, vencedor por más de ocho puntos de las elecciones europeas.

"Alguna vez tenía que suceder", reconocían con resignación los invitados a la fiesta de Ferraz, mientras esbozaban timidas sonrisas para demostrar que "en el PSOE se sabe perder con deportividad".

El presidente del Gobierno dio la cara también en la derrota y, a diferencia de lo ocurrido en las pasadas elecciones, el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, bajó con él a a sala del Comité Federal, para escuchar su discurso y apoyarle en los momentos difíciles.

Desde unos pasos más atras, Guerra atendió en actitud serena al presidente, que reconoció la derrota y dio ánimo al partido para seguir trabajando y ganar las próximas elecciones.

Guerra departió con los asistentes a la fiesta socialista durante unos minutos y se marchó poco después repartiendo besos a las féminas asistentes.

Pocos socialistas escatimaron su presencia en el día de la derrota. Entre otrs ministros estuvieron José Borrell, Julián García Vargas, Gustavo Suárez Pertierra, Javier Solana y Juan Manuel Eguiagaray. Todos ellos exhibían amplias sonrisas para servir de ánimo a los más pesimistas.

Algunos asistentes a la fiesta socialista hacían análisis paralelos a los de los líderes del partido y reconocían que "no se puede hacer una política de derechas con votos de la izquierda".

Por su parte, el candidato electo José María Mendiluce reconoció estar "un poco disgustado" por los resulados electorales y diferenció entre la fiesta que se celebraba en la planta baja del edificio y la "reflexión" de los dirigentes del PSOE en la planta quinta, que describió con un gesto irónico de recogimiento.

(SERVIMEDIA)
12 Jun 1994
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