El PSOE intentará que ese pleno elimine la mayoría de las enmiendas que el PP introdujo en la Comisión Constitucional a Ley de Memoria Histórica y que, a su juicio, desfigura el espíritu de la norma que vino del Congreso.

El Partido Popular consiguió la pasada semana, en la Comisión Constitucional del Senado, que la proposición de Ley sobre la declaración del año 2006 como Año de la Memoria Histórica sufriera una transformación sustancial al aprobarse todas las enmiendas parciales que había presentado al citado texto.

Entre otras cosas, el PP cambió el título de la propuesta, que pasó a denominarse "Proposición de Ley sobre la declaración del año 2006 como Año de la Concordia".

Alejandro Muñoz-Alonso, senador del PP ponente en esta Ley, insistió a lo largo de su intervención en que el debate abierto con esta Ley era totalmente innecesario, porque se reabrían heridas del pasado y se hacía un injustificado revisionismo de la transición democrática.

Según el parlamentario popular, el texto procedente del Congreso, además de "innecesario e inoportuno", era muy "insatisfactorio". Por ello, el Grupo Popular presentó seis enmiendas que suponían un enfoque totalmente distinto y una modificación total de la iniciativa, desde el título y la exposición de motivos hasta el último artículo y las disposiciones adicionales.

El secretario general del Grupo Socialista en el Senado, Enrique Curiel, declaró a Servimedia que, tras la eliminación de las enmiendas que el PP introdujo en la ley, seguirán buscando el consenso con el Grupo Popular para aprobar el texto legislativo.

Curiel cree que la ley debe aprobarse por consenso para que realmente sea "la ley de la reconciliación", que "recuerde a todos los españoles que murieron en la Guerra Civil y que dé lugar a la reparación moral de las víctimas del franquismo".

Por su parte, el senador del PP Muñoz-Alonso manifestó a Servimedia que "ve muy difícil" llegar a un acuerdo. "Yo no me niego a hablar nunca, pero con esos planteamientos resulta muy difícil llegar a acuerdos".

El senador del PP puso en duda que la transición de la dictadura franquista a la democracia hubiese sido posible con los planteamientos que ahora defienden los partidos de izquierdas y nacionalistas en torno a dicha ley. Concluyó que al PP no le incomoda quedarse solo en esta coyuntura parlamentaria, porque está convencido de sus planteamientos.