Lo hizo este viernes a través de la portavoz socialista de Cooperación Internacional para el Desarrollo, María Guijarro, quien explicó que la Unrwa “proporciona ayuda humanitaria y atiende a cerca de seis millones de refugiados y refugiadas palestinos”.

En ese sentido, subrayó que “cerca del 80% de la población con más hambre del mundo vive actualmente en la Franja de Gaza”, en la que “el 16% de los menores de dos años sufre desnutrición aguda”.

María Guijarro recordó que “tras el atentado terrorista cometido por Hamás el 7 de octubre, hubo una denuncia de Israel de la supuesta implicación de 12 de los 13.000 empleados y empleadas de Unrwa que ya está siendo investigada por la Oficina de Servicios de Supervisión Interna de las Naciones Unidas”.

Esta denuncia provocó que 20 de los principales países donantes haya retirado fondos a la Unrwa, lo que “se ha traducido en la suspensión de más del 68% de los fondos que recibía la agencia”.

Ante esta situación, la diputada socialista reseñó que la proposición no de ley que impulsa el PSOE “emplaza a la comunidad internacional a reanudar el apoyo y las donaciones” a la Unrwa y busca “tratar de garantizar la supervivencia de los refugiados palestinos, pero especialmente la de dos millones de gazatíes que necesitan esta ayuda humanitaria para sobrevivir”.

La proposición no de ley en cuestión tiene como objetivo instar al Gobierno a testimoniar su respaldo a la “imprescindible labor” que desempeña la Unrwa con la población palestina en Gaza, Cisjordania y en los campos de refugiados en Oriente Próximo; reclamar a la comunidad internacional que respete los compromisos económicos y políticos adquiridos por esta agencia de la ONU y conminarle a incrementar los fondos destinados a ésta; e impulsar un proceso en el seno de la UE y en otros organismos internacionales para que se mantengan y, en su caso, se incrementen las donaciones a la misma.

Luego de ensalzar la posición del Gobierno de mantener y aumentar los fondos para la Unrwa, concluyó observando que “sin ayuda externa, la catástrofe es inevitable”, por lo que “seguiremos alzando la voz y trabajando por un alto el fuego que permita que la población civil deje de morir por las bombas, pero también deje de morir de hambre”.