Según informó el PSOE, dicha declaración contaba con el acuerdo unánime de todos los portavoces de los grupos políticos desde hace seis días. Sin embargo, el PP decidió “desautorizar” a sus propios representantes en la federación, vetando un texto que había sido “negociado y consensuado” por todas las fuerzas políticas con el único objetivo de “utilizar la lucha contra la violencia hacia las mujeres como arma política contra el Gobierno”.

El portavoz del PSOE en la FEMP y alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, denunció que “una vez más el PP trata de convertir un órgano de consenso en la PP-FEMP para usarla a su antojo y en beneficio exclusivo” de los “intereses partidistas” del líder popular, Alberto Núñez Feijóo.

Con este movimiento, el Partido Popular vuelve a situarse al “margen del consenso institucional” y evidencia que su estrategia en materia de violencia machista está “subordinada a las posiciones de la extrema derecha”, criticó.

Además, los socialistas acusaron a la dirección del PP de no atreverse a defender iniciativas institucionales propias “por miedo a la reacción de Vox, renunciando así a ejercer un liderazgo responsable en una cuestión de Estado”.

La vicepresidenta primera de la FEMP y alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, señaló que la dirección del PP debe “dar explicaciones sobre esta maniobra que no solo rompe un consenso ya alcanzado en la FEMP“, sino que le sitúa al “margen de un consenso aún más importante como es el de la lucha contra la violencia de género”.