Para ello, los socialistas deberán rehuir cualquier tentación de atrincherarse en "actitudes defensivas" y deberán propiciar el diálogo con todos los sectores progresistas de la sociedad y en especial con los sindicatos y las asociaciones cívicas.

La oferta del PSOE a la sociedad se basará en la recuperación económica, el apoyo al proyecto europeo, la lucha contra la corrupción y la profundización del estado del bieestar.

A corto plazo el objetivo del PSOE es ganar las elecciones municipales del 28 de mayo y articular una mayoría progresista que pueda liderar el período de crecimiento económico que se avecina.

La dirección socialista considera que una victoria de la derecha podría poner en peligro la recuperación y por ello los socialistas enviarán mensajes difernciados a los militantes de IU y a sus dirigentes.

Para los primeros habrá llamamiento al diálogo, mientras que para el líder de IU, Julio Angita y su equipo habrá ataques puesto que su actuación es "carente de toda lógica" según Felipe González.

"la mayoría de progreso", según el texto, "no puede constituirse sólo con el PSOE pero, desde luego, es inviable si pretende construirse contra el PSOE. Lograr esa mayoría y hacerla sólida y coherente es ya el contenido central de nuestra tarea política".

CLIMA DE CRISPACION

La declaración política del Comité Federal confirma que existe un clima de crispación "artificial" provocado por la acuación del PP e IU, partidos entre los que existe "una consolidada alianza estratégica, estable. Una pinza política concentrada en aquello que implique negatividad y deterioro de la situación".

Según la dirección socialista el PP "ha fijado como su primer objetivo estratégico la interrupción de la legislatura y la convocatoria de elecciones anticipadas y por tanto su actuación se dirige a potenciar situaciones de inestabilidad e ingobernabilidad, a alimentar el malestar ciudadano y a obstaculizar cualuier iniciatiava positiva".

El Comité Federal estima que los populares sólo intentan provocar una crisis política por lo que "se han instalado en una estrategia destructiva que comienza por negar el diálogo civilizado, el respeto a las personas y la búsqueda de zonas de consenso".

La dirección del PSOE reserva para IU sus ataques más furibundos porque "representa la nostalgia de la economía estatalizada y el rechazo por principio del proceso de construcción de la Unión Europea".

Considera a a coalición liderada por Anguita como una formación política anclada en el pasado "incapaz de reelaborar sus planateamientos políticos y que no puede definir un proyecto coherente de progreso alternativo a las posiciones insolidarias y egoistas del neoliberalismo".

El documento reconoce que la difícil situación que se derivó de la pérdida la mayoría absoluta en las elecciones de 1993 pero indica que en estos meses de gobierno "se ha eliminado cualquier posible sensación de vacio de poder" gracias a lo pactos suscritos con CiU que se hicieron con "pleno respeto al resultado de las urnas y en congruencia con la relación de fuerzas existente en el Parlamento".