UN PUEBLO DE MURCIA ANUNCIA SUS MUERTOS POR MEGAFONIA CON UN COCHE QUE RECORRE LAS CALLES

MURCIA
SERVIMEDIA

Un peculiar vehículo recorre desde hace 15 años las calles de Molina de Segura (Murcia) preonando un no menos singular mensaje: que ha fallecido en esta localidad tal o cual persona y que sus familiares estarán "eternamente agradecidos" a los que acudan a la misa "por el eterno descanso de su alma".

Esta localidad, de casi 40.000 habitantes, tiene en José Antonio López, "Pilín", a su moderno y motorizado pregonero. Hace ya unos 10 años que "Pilín" se encarga de este servicio mortuorio por el que suele cobrar 6.000 pesetas.

Por este dinero, "Pilín" graba una cinta magnetofónica con el mnsaje y recorre las principales calles del pueblo con su Seat Marbella con megáfono incorporado, que sustituyó hace pocos años a un "Mini Morris"", propiedad de otro pregonero que se retiró.

Con la primera velocidad puesta, "despacico", va avanzando por los barrios de Molina, deteniéndose un rato en los cruces para que la gente se entere bien de quién es el muerto o en qué iglesia se celebra una misa de cabo de año.

MEJOR QUE EL PERIODICO

"Esto es mejor que el periódico", dice "Pilín", "porque a prensa no la lee todo el mundo. Sin embargo, esto lo tienen que oir a la fuerza, porque hasta a los sordos se lo explica alguien que tiene al lado".

"Pilín" tiene competencia en otras poblaciones próximas, pero es él quien muchas veces recibe el encargo de los clientes -los parientes del muerto- de pasar por El Llano, La Ribera o la Torre Alta, pedanías situadas a varios kilómetros de Molina de Segura.

El esquema del mensaje es siempre el mismo: "Atención señoras y señores, les comunicamos a toos que ha fallecido en Molina de Segura, a los 80 años de edad, el señor don Fulano Pérez García, más conocido por todos nosotros como el 'arrancapeos'".

"La casa mortuoria se encuentra", continúa, "en la calle de Los Pasos, número dos. A todos las personas que, mañana a las ocho, les acompañen en su entierro, los familiares le estarán eternamente agradecidos". Y así una y otra vez hasta que se acaba el recorrido, que dura tres o cuatro horas.

El anterior alcalde de Molina, el socialista Fulgenci Puche, llegó a llamarle la atención y amezazó con denunciarlo si volvía a trabajar de madrugada porque, según "Pilín", cuando pasaba por la puerta de su casa "retumbaban los tableros de su cama".

Este fue un servicio "especial" que hizo por encargo de unos "forasteros" que partían al día siguiente muy temprano y "Pilín", ni corto ni perezoso, estuvo "radiando un muerto" desde la una a las cuatro de la madrugada.

Con los tiempos de vacas flacas que corren, José Antonio López ha ampliado el negoci y ahora también radia las rebajas de las pescaderías, las ofertas de las tiendas de moda, el plazo para vacunar a los perros y la llegada de algún circo al pueblo.

(SERVIMEDIA)
22 Ago 1992
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