Así lo sostuvo Puente en una comparecencia en la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible del Congreso de los Diputados, donde afirmó que “si somos honestos hay que empezar por decir que algunas expectativas no se pueden cumplir” puesto que esos 28.000 millones equivalen a 12 o 14 años de inversión destinada al ferrocarril solo en esa materia y “eso es imposible”.

“Hay que adoptar soluciones realistas”, apuntó el titular de Transporte, quien explicó que “tenemos la intención de racionalizar las integraciones urbanas orientándolas a integraciones blandas y recurriendo a soterramientos solo en los casos necesarios”.

En esta línea, sostuvo que “existen en muchos casos soluciones más amables y eficaces para integrar el ferrocarril en las ciudades, eliminando las barreras urbanas y reduciendo significativamente y a corto plazo los efectos visuales y acústicos para los vecinos que habitan cerca de las vías”.

Asimismo, anunció que para reorientar este tipo de inversiones públicas de carácter más urbano, promoverá la implantación de un modelo de reparto de obligaciones financieras atendiendo a las competencias de todas las Administraciones Publicas implicadas.

También planteó revisar los Estudios Informativos para adaptarlos a criterios de mayor racionalidad socioeconómica y ambiental, mejora de tiempos de viaje, mantenimiento de la centralidad de las estaciones y adaptación a las necesidades de la demanda. En referencia a estas actuaciones, defendió que “sacar las estaciones fuera de las ciudades va en detrimento de la ciudadanía y de la eficacia del transporte”.

Por otro lado, estableció otros objetivos como mejorar los tiempos comerciales origen-destino desde el concepto puerta a puerta, recurriendo no solo a mejorar velocidades, sino también a medidas tales como simplificar el acceso a las estaciones, analizar posibles ajustes en los programas de explotación, incrementar capacidad en líneas saturadas, promover la homologación de nuevas geometrías de aparatos de vía o estudiando la revisión de determinados puntos del Reglamento de Circulación Ferroviaria.

En las líneas de cercanías pretende impulsar las inversiones que mejoren su calidad y fiabilidad y trabajar para mejorar los sistemas de información al usuario, con el objetivo de poder facilitar estos datos en abierto al conjunto de la sociedad.

Por último, revisará el sistema de implementación de Obligaciones de Servicio Público (OSP), con el fin de mejorar su calidad y eficiencia y promover un acceso a los servicios ferroviarios más directo, flexible eficaz y universal, de forma similar a como se opera el ferrocarril en otros países europeos.