La ejecución del proyecto, que se inició en 1993, ha supuesto una inversión de 104.000 milones de pesetas. La central, que tiene una potencia de 335 megawatios, utiliza la gasificación de carbón para alimentar un ciclo combinado de turbina de gas y aprovecha recursos energéticos de baja calidad consistentes en carbón y coque de petróleo.

La tecnología empleada permite obtener gases de combustión más limpios y alcanzar un elevado rendimiento térmico del orden del 45 por ciento. "De esta forma se consigue reducir las emisiones de dióxido de carbono, las de contaminantes como los óxidos de azfre y los de nitrógeno y resolver el problema de los residuos sólidos", explicó Elcogas.

Para la empresa constructora, la culminación de esta obra representa uno de los hitos más importantes de la industria energética española y europea, "ya que abre nuevas alternativas a la generación eléctrica utilizando, de forma limpia, carbones autóctonos".