'Foro La Toja'

Rajoy constata que Vox "pesca” votos con la inmigración y avisa al PP: "No podemos debatir en el barro"

- Dice que la inmigración "le viene muy bien al populista de uno y otro signo para hacer votos y para dividir a la gente"

MADRID
SERVIMEDIA

El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy advirtió este jueves de que “el populismo ha pescado votos” con la inmigración –en alusión implícita a Vox– y recomendó al PP que rehúya “debatir en el barro”, un terreno al que, según dijo, no está “acostumbrado”, y que apueste en su lugar por los “argumentos”.

El gallego reapareció este jueves en el 'Foro La Toja' y entró de lleno, a iniciativa propia, en el debate migratorio en plena ofensiva del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, por esta bandera. La idea inicial de Rajoy era tratar los “déficits democráticos” de España justo cuando su sucesor en La Moncloa, Pedro Sánchez, ha incumplido por tercer año consecutivo la obligación constitucional de presentar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) antes de octubre.

Sin embargo, la exministra Arancha González Laya, que trabajó a las órdenes de Sánchez entre 2020 y 2021, condujo el debate hacia la amenaza de los populismos en Occidente y, aunque Rajoy dedicó algún dardo a Sánchez, también dejó mensajes en clave interna.

Con “el gusto y placer” de compartir escenario con González Laya y el expresidente mexicano Ernesto Zedillo, Rajoy sostuvo que “la democracia representativa en Occidente no está en peligro” a pesar del “déficit de calidad democrática” que se da “en muchas de las democracias liberales de todo el mundo”, asunto en el que prometió ahondar a lo largo del coloquio, cosa que finalmente no hizo por falta de tiempo.

Por el contrario, se esforzó en describir al “populista”, el “enemigo en casa” de las democracias, que puede disfrazarse como “un millonario de Nueva York”, “un comunista español fascinado por dictaduras tropicales” o “un xenófobo centroeuropeo”. “Y pueden ser de extrema derecha, de extrema izquierda, de extrema nada y de extrema estupidez”, se recreó desatando las risas del rey Felipe VI, sentado en primera fila con el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, y el ministro de Transportes, Óscar Puente. El vallisoletano, a pesar de ser uno de los principales escuderos de Sánchez, también esbozó una sonrisa antes de que el gallego lanzara un par de recados a su jefe.

Rajoy enumeró entre las “características comunes” de los populistas que tienen un discurso contra la “casta y los privilegiados que machacan al pueblo”, se presentan como la única solución al “desastre”, “se creen con mucho carisma” y prometen “un mundo feliz” que “jamás han conseguido”. “Recuerden ustedes a Perón, a Fidel Castro… Ahora en Europa pues proliferan por doquier, en España también tenemos algún despistado”, dijo en alusión a Sánchez.

Al presidente del Gobierno le espetó que tenga “una concepción que reduce la democracia a votar” y que, a partir de la victoria del bloque de investidura en las urnas, haga lo que estime “oportuno y conveniente”, trayéndole “completamente sin cuidado” el Estado de derecho o la separación de poderes. En este sentido, Rajoy incidió en que “la independencia” del Poder Judicial está “en tela de juicio” con los proyectos de ley que el Gobierno tiene en tramitación parlamentaria.

INMIGRACIÓN

Rajoy se intercambió los turnos de palabra con Zedillo por cada intervención de cinco minutos y el mexicano le dio más cuerda a medida que avanzó la conversación. Ya en el ecuador del debate, Rajoy advirtió de que “el populista siempre pesca en río revuelto, en situaciones de dificultad”, y, en los últimos tiempos, “claramente” ha explotado esas ganancias electorales con la inmigración, diciendo “auténticas atrocidades” mientras “los otros” pronunciaban “tonterías importantes”.

Rajoy amagó con echar el freno de mano tras reconocer ante el público que no quería tratar el asunto migratorio en La Toja. Pero finalmente continuó su discurso e insistió en que “es un tema que le viene muy bien al populista de uno y otro signo para hacer votos y para dividir a la gente”. El expresidente mexicano se sumó a su barco y compartió con él que al populismo no se le derrota siendo “un populista” porque “a los demagogos no les puedes ganar a ser demagogos”. Y ante la pregunta de González Laya de por qué uno de cada cinco europeos prefiere un régimen autoritario a una democracia liberal, Rajoy estalló.

“Al extremismo no se le puede plantear una opción extremista porque si no, acaban todos a bofetadas, que es el gran problema que tenemos en España en este momento: la división y la polarización. A un demagogo no se le puede hacer frente con demagogia y no se puede debatir con él en el barro, sobre todo, los que no estamos acostumbrados a debatir en el barro, que tenemos que utilizar otro tipo de argumentos para hacerlo”, advirtió en lo que podía entenderse como un mensaje a su partido.

Rajoy sí defendió hacer política migratoria y reivindicó que él ya dio la batalla por el control de fronteras y por cooperar con los países de origen porque, citando a un ininteligible autor argelino, lo normal es que los inmigrantes africanos quieran llegar a Europa si al norte del Mediterráneo los europeos “están jugando al golf” mientras al sur viven “en chabolas”.

Ante la polarización y la frustración de la sociedad que relató a lo largo de toda la conversación, Rajoy entendió que la gente sea “más proclive a creer en aquellos que, a problemas muy difíciles, plantean soluciones muy fáciles”. Sin embargo, confió en que el bipartidismo vuelva a abrirse paso y acabe con Vox igual que lo hizo con Ciudadanos, UPyD o Podemos, partido al que describió irónicamente como una gente “tan inteligente, tan brillante, con tantos conocimientos y con tanta experiencia que no se sabe exactamente qué es lo que lograron arreglar” de la crisis financiera “salvo quedarse en cuatro escaños”.

LA REGULACIÓN EUROPEA

Para terminar, Rajoy trató los desafíos a los que se enfrenta la Unión Europea. Por un lado, dijo que tiene un reto de “gobernanza” porque “hay muchísimos asuntos que todavía no se deciden por mayoría” y lograr la unanimidad de los 27 es muchas veces casi imposible. “Yo he estado siete años en las instituciones europeas con reuniones que terminan a las 5, 6 o 7 de la mañana. ¿Tiene todo esto sentido? Si además están los asesores, que son los que luego acababan haciendo todo”, confesó ante una nueva ola de carcajadas.

El otro desafío es la “regulación”. Tras su famoso episodio hace un año en el mismo 'Foro La Toja' en el que censuró a la totalidad el tapón no extraíble de las botellas de plástico, celebró que la “gente inteligente” que organiza la cumbre optara este año por “una chapa, que es mucho más cómoda” para beber.

“Se quita y se puede beber con absoluta tranquilidad, ¿no? Pues tenemos un problema de regulación que no conduce a nada salvo a poner pegas a las empresas y a la generación de bienestar y de riqueza”, dijo para ilustrar con un ejemplo la sobrerregulación europea. Entre risas, González Laya le llamó al orden y le previno una “casi bronca” por sus palabras. “No me pegue, yo he hecho un elogio de las chapas y de lo otro me olvido”, le replicó Rajoy en la clausura de la primera jornada del foro.

(SERVIMEDIA)
02 Oct 2025
PTR/mmr