Durantesu primera rueda de prensa de 2004, en la que mostró el nuevo aspecto de la sala de prensa del PP, Rajoy arremetió contra las ideas lanzadas en los últimos días por la formación de José Luis Rodríguez Zapatero en materia de Justicia, fiscalidad y financiación autonómica, y aseguró que su partido no seguirá esa línea.

"Nuestro programa electoral no es para resolver los problemas de partido, sino para resolver los problemas de las personas. Estas propuestas (del PSOE) son disparatadas, son grotescas y srían cómicas si no fuese por lo que hay detrás de ellas", sentenció.

El líder de los populares aseguró que reducir las competencias del Tribunal Supremo para que cada órgano autonómico actúe independientemente supone un "disparate" de tales dimensiones que generaría una "desigualdad jurídica colosal" entre los ciudadanos de las distintas comunidades.

Asimismo, calificó de "disparatada y grotesca" la posibilidad de crear dieciesiete agencias tributarias diferentes, una por cada autonomía, ya que "o tiene ningún sentido" y podría suscitar un "problema muy importante" a la hora de pagar los impuestos a cada una de las administraciones.

También criticó el nuevo modelo de financiación que reclaman algunas comunidades socialistas porque podría acabar con el principio de solidaridad entre las distintas regiones de España. Sería, según dijo, un paso "profundamente injusto" similar a si España y Francia cobrasen la mayor parte de los fondos de cohesión de la Unión Europea.

PROBLEMAS DE PARTIDO

l secretario general del PP interpretó que las ideas incluidas en el programa electoral del PSOE pretenden dar solución a los problemas internos que tiene la formación de Rodríguez Zapatero en lugar de tratar de dar respuesta a las principales demandas de los ciudadanos.

Rajoy endureció el tono de sus respuestas a lo largo de la rueda de prensa hasta el punto de afirmar que estas propuestas se le han ocurrido al Partido Socialista "hace media hora" y ahora trata de encontrar argumentos que justifiquenesa posición.

Incluso, apuntó que el Partido Socialista podría buscar "en el siglo XIX" para defender el contenido del programa electoral y no encontraría nada, según dijo, porque algunas de esas cosas no se hacen "en ningún sitio del mundo".

En varias ocasiones vinculó la reforma de las funciones del Tribunal Supremo con el pacto de gobierno alcanzado con Esquerra Republicana de Cataluña e Iniciativa en la Generalitat, y que ha permitido ser presidente al socialista Pasqual Maragall.

El canidato popular adquirió el compromiso de defender la estabilidad económica e institucional de España si llega a ser presidente del Gobierno. Ambas cuestiones resultan imprescindibles para él a la hora de conservar la "cohesión" y la "igualdad" de los españoles.

Rajoy señaló que su partido "no va a cambiar por cambiar" la política económica que ha desarrollado en estos últimos ocho años ni piensa hacer propuestas, en alusión al Partido Socialista, que puedan crear "tensión" entre los ciudadanos.

OFERT DE DIALOGO AL PSOE

El líder del Partido Popular, que estas Navidades ha cumplido cuatro meses como sucesor de José María Aznar en el liderazgo del PP, lanzó una oferta de diálogo y de colaboración al Partido Socialista, a pesar de las discrepancias con algunas de sus propuestas electorales.

En concreto, propuso mantener la colaboración en la lucha antiterrorista y expresó su deseo de fijar una misma posición respecto al modelo de Estado, las reglas de juego y la política exterior.

Instó a Rdríguez Zapatero a recuperar el consenso en el Pacto de Estado por la Justicia, mantener planteamientos propios de un partido nacional y a ser "coherente" con las ideas políticas que defiende el Partido Socialista.

Rajoy quiso recalcar con esta oferta su "voluntad de diálogo", que hizo extensiva, si llega a La Moncloa, a los agentes económicos, sociales y a los gobiernos de las comunidades autónomas. Incluso, se mostró dispuesto a poner en marcha una ronda de contactos con los presidentes autonómicos i gana los comicios de marzo.

Para alcanzar ese objetivo, anunció que el PP va a hacer un "esfuerzo de comunicación" en los dos próximos meses y va a centrar su actividad en explicar los principales puntos del programa electoral, entre los que citó la mejora de las pensiones, el crecimiento del empleo, las políticas de ayuda a las personas dependientes y discapacitadas, las infraestructuras, la formación y la flexibilidad de las condiciones de trabajo.