El caudal del Tajo a su paso por Aranjuez (Madrid) discurrió desde el pasado 18 de septiembre hasta el mediodía de la jornada siguiente por debajo del valor mínimo legal de 7,2 metros cúbicos por segundo y llegó incluso a 6,64, según datos oficiales del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Tajo.

Esos 7,2 m3/s son los establecidos como caudal ecológico mínimo en el un real decreto de 2023 por el que se aprueba el Plan Hidrológico del Tajo.

Este incumplimiento vulnera una sentencia dictada el pasado mayo por el Tribunal Supremo, que declaraba nulos los caudales ecológicos mínimos establecidos hasta diciembre de 2026 en las masas de agua afectadas por figuras de protección de la Red Natura 2000 y en aplicación de la Directiva Marco del Agua.

Además, la sentencia obliga a que el Gobierno de cada comunidad autónoma incorpore en el plan de gestión de cada espacio protegido Red Natura 2000 (así como en el resto de masas de agua afectadas por figuras de protección ambiental) un régimen de caudales adicionales que aseguren la conservación de los hábitats y especies.

Pero ninguna de las administraciones afectadas (Confederación Hidrográfica del Tajo, Junta de Castilla-La Mancha y Comunidad de Madrid) han atendido las exigencias del Tribunal Supremo.

La Red del Tajo subrayó que el Gobierno español tampoco ha iniciado la tramitación de un real decreto que modifique el Plan Hidrológico del Tajo en los términos establecidos en la sentencia, cuyo incumplimiento supone “una amenaza a la pervivencia de la fauna acuática y la vegetación ribereña en los espacios Red Natura, como es el caso del Tajo a su paso por Aranjuez, que cuenta con varias figuras de protección”.