El documento sitúa a Redeia entre las primeras compañías españolas en hacer un ejercicio de transparencia voluntario sobre el impacto y la contribución de su actividad al entorno, el medioambiente y las personas.

“En el horizonte de Redeia hay una meta ambiciosa: generar un impacto neto positivo y contribuir a una verdadera transformación social. No entendemos nuestro negocio si no va acompañado de la creación de valor social compartido con nuestros grupos de interés. Y en este informe, rendimos cuentas de ello: lejos del ecopostureo, medimos, monetizamos y difundimos cuál es nuestro impacto real”, manifestó la presidenta de Redeia, Beatriz Corredor.

En el estudio, relativo a 2022, Redeia mide sus impactos en términos económicos, sociales y ambientales en toda la cadena de valor: cadena de suministro, operaciones propias y entorno y sociedad.

En concreto, analiza un catálogo de 21 impactos, entre ellos: acceso, disponibilidad y garantía de suministro eléctrico y conectividad; desarrollo social; seguridad y salud laborales; o la huella de carbono. Por último, concede un valor económico a cada uno de ellos, monetización que facilita la toma de decisiones y la comprensión del alcance de su actividad.

La conclusión es que la principal contribución del grupo es favorecer el desarrollo del entorno al garantizar el acceso a la energía eléctrica y la inclusión digital tanto a hogares como a empresas. Este pilar supone su mayor aporte de valor social, equivalente a 11,6 veces su beneficio neto.

El segundo impacto positivo más significativo es el potente efecto tractor sobre la actividad económica, el empleo y la contribución fiscal. Le siguen su aportación a la innovación y desarrollo del capital intelectual y a la descarbonización de la economía, fundamentalmente por las emisiones de gases de efecto invernadero evitadas y compensadas.

Expresado en términos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los impactos más relevantes de Redeia se producen sobre los ODS 7 y 9, ‘Energía asequible y no contaminante’ e ‘Industria, Innovación e Infraestructura’, respectivamente. Su contribución es también considerable al ODS 8 ‘Trabajo decente y crecimiento económico’.

“Este primer informe de impacto de Redeia establece los cimientos metodológicos y marca la dirección hacia un seguimiento y monitorización continuos que permitirán cuantificar con mayor precisión los efectos de su actividad en las comunidades en las que opera; generar una relación basada en la transparencia y la sostenibilidad con sus grupos de interés y potenciar así el vínculo positivo con sus trabajadores, el medioambiente y la sociedad, concluyó la empresa.