A juicio del líder ugetista, en contra de lo que pretenden hacer creer algunos sectores empresariales la culpa de la crisis no la tienen los salarios, sino el Gobierno central, por destinar fondos públicos para ayudas a los empresarios, en vez de potenciar las infraestucturas para atraer la inversión.

"El Gobierno está fomentando una inversión especulativa", dijo, "frente a la deseable inversión productiva, lo que está llevando a una profunda desertización".

El secretario general de UGT se mostró bastante pesimista sobre los resultados de la política de convergencia europea y dijo temer que la propuesta del Ejecutivo sea la que correspondería a un gobierno de derechas, "que aplicaría una política pura y dura".

Sobre la futura Ley de Huelga, mostró su temo a que con ella el Gobierno trate de limitar los derechos de los trabajadores, pero no la consideró un problema prioritario, dada la actual situación de crisis generalizada.