Según lacentral, en el año 1995 no se han cumplido las expectativas de crecimiento, ya que los salarios de los trabajadores no refuerzan su poder adquisitivo, la inflación sigue subiendo y el paro aumentó en el último trimestre.

A su juicio, la inflación se ha convertido en un impuesto "discriminatorio e injusto", sobre todo en el caso de las rentas de los trabajadores, desempleados y pensionistas. Asimismo, hace hincapié en el estancamiento del consumo y la caída del ahorro.

Sobre el paro, USO indica qu la reforma laboral no ha ayudado a que se incentive la contratación de empleo estable y no ha supuesto que el crecimiento económico se asocie a un crecimiento del empleo sostenido. "La precariedad y la inestabilidad de los contratos laborales", precisa, "ha sido la tendencia dominante".

Por último, matiza que sin una mejora en los resultados económicos que favorezca la inversión y reduzca la incertidumbre de la economía española, difícilmente podremos hablar de que el paro dejará de ser el problema scial y económico de este país. "La economía no logrará un avance definitivo si la inflación sigue subiendo y el desempleo no se reduce de manera significativa", concluye.