Estos cambios entrarán en vigor en 2008 y afectarán a los nuevos solicitantes de estas pensiones que se nieguen a participar en los programas gubernamentales de rehabilitación y reinserción laboral, siempre que las inspecciones médicas determinen su aptitud para desempeñar alguna actividad laboral.

Esta medida podría representar que los beneficiarios de pensiones por incapacidad laboral -cuyos perceptores son trabajadores de baja laboral por enfermedad o discapacidad- percibieran una media de 116 euros mensuales menos.

El objetivo de la reforma, según ha anunciado el ministro de Empleo y Pensiones, John Hutton, es reducir en un millón de personas el número de beneficiarios de la pensión por incapacidad laboral en un plazo de diez años, lo que podría representar un ahorro anual de 10.173 millones de euros para las arcas públicas del Reino Unido.

Algunos de los grupos que representan a las personas con discapacidad consideran positivo que se preste más apoyo a los discapacitados que deseen reincorporarse al mercado laboral. Sin embargo, la organización para la ayuda a enfermos mentales Mind ha subrayado que esta medidas podrían obligar a personas con problemas de salud mental a volver a su empleo antes de su recuperación completa.

Asimismo, el "Libro Verde" también se propone fomentar el empleo de los mayores, para conseguir que el índice de ocupación alcance el 80%. Para ello, el Ejecutivo ha modificado los programas de reinserción laboral para que puedan participar en ellos los mayores de 50 años, y aquellos desempleados que rechacen ofertas de empleo o cursos de formación podrían ver recortados los subsidios de desempleo.