Rodríguez declaró a Servimedia que "en los mataderos se nota mucha más fluidez" y "por primera vez desde hace mucho tiempo las cámaras frigoríficas se están quedando vacías".

"Parece que el follón ha servido de algo", prosiguió Rodríguez, quien, pese a todo, se mostró prudente, ya que "todavía no podemos cuantificar el efecto del relanzamiento de las ventas y no sabemos cuánto durará".

Por ello, se felicitó porque "parece que el mensaje ha llegado bien al consumidor y éste se ha acordado de que existe el conejo".

"Estamos viviendo una crisis tremenda y somos el sector ganadero más necesitado, tal y como revelan datos objetivos como la renta agraria"", continuó.

Según datos dados a conocer por Agricultura, la renta de los productores de conejo ha experimentado un descenso del 18,5% en 2007, generada por una caída de los precios del 21,6%, que no compensa un incremento del 3,9% en la producción.

Preguntado por si esta mayor fluidez de las ventas puede conllevar un incremento del precio de venta al público del conejo, Rodríguez indicó que actualmente los márgenes son suficientemente holgados para que el consumidor no note una posible subida del precio pagado a los productores que "todavía no se ha producido".

Actualmente, los productores venden el conejo a 1,35 euros el kilo, importe que se incrementa hasta unos 5,20 euros en el precio de venta al público. Según Rodríguez, con estos precios los productores no cubren gastos, ya que cada conejo les cuesta 1,85 euros por kilo.

Teniendo en cuenta que del conejo vendido por los productores se aprovecha para venta al público el 57% del animal, el margen entre lo percibido por los ganaderos y lo pagado por los consumidores ronda hoy el 120%.