Fuentes de la empresa ferroviaria indicaron a Servimedia que este aumento estimado en la demanda de cercanías permitirá seguir con el ritmo ascendente de este servicio iniciado en 1992, que está a punto de concluir con una subida del 16,2 por cien respecto al pasado año, es decir, 324.700 viajeros.

Los responsables de Renfe afirman que el origen de este cambio en el uso de las cercanías son las elevadas inversiones destindas a los servicios prestados entre las grades áreas urbanas y los municipios colindantes, que permitirá cerrar el 92 con un volumen medio superior al millón de viajeros en días laborables.

A su vez, reconocen que existen otros factores que contribuyen al mayor uso del tren para el acceso desde la periferia a grandes ciudades, como es el caso del precio de la vivienda y el suelo, el colapso de las principales arterias de las capitales, dificultades de aparcamiento, etc.

El efecto de todas estas crcunstancias dió como resultado en el 92 unos ingresos por el servicio de cercanías de Renfe de unos 47.300 millones de pesetas, un 17,7 por cien más que en 1991, y unas previsiones de facturación para el 93 por el mismo motivo de 55.724 millones de pesetas, con un aumento similar al del presente año.