Según Repsol, esta adquisición le otorga la gestión de la empresa, y unida a la reciente compra de la compañía de envasado y distribución Rimac, pasará a controlar el 42% del mercado de GLP en Peú. El 40% restante de Solgas pertenece al Grupo Day, Ortuzar y Gruenberg y al grupo chileno Lipigas.

Los responsables de la compañía señalan que la operación se inscribe en la estrategia de expansión internacional, sobre todo en Latinoamérica. Recientemente, la petrolera española compró en Perú la refinería de La Pampilla.

Solgas cuenta entre sus activos con dos plantas envasadoras de grandes dimensiones y otras cuatro de tamaño medio, además de una empresa logística de GLP, Energás. Con estas intalaciones y los activos petroleros que tiene en el país, Repsol pretende afrontar una expansión en el mercado peruano de gases envasados, ayudado por la puesta en marcha de los yacimientos de gas de Camisea, campo cuyo producción de gas licuado podría alcanzar una producción de 1,5 millones de toneladas al año.

El grupo petrolero español ha diseñado un plan estratégico para Perú en los próximos 5 años que contempla una inversión junto a sus socios en las diferentes empresas de 117 millones de dólaresen la refinería de La Pampilla y 200 millones de dólares en las actividades de gasolineras gases envasados.

En la actualidad, Repsol dispone ya de una red de 30 puntos de venta, que se pretende extender por todo el país hasta acumular el 15% de cuota de mercado.