Destacó que "en estos momentos de inseguridad y también de confusión en los que vivimos es necesario aumentar la ambición mundial para preservar y fortalecer los referentes que nos sustentan y que ejercen de guía, como la Carta de Naciones Unidas, tratando siempre de proyectar todos los esfuerzos hacia un horizonte de libertad, de paz…, de estabilidad y prosperidad. Ésta ha sido la misión, −a decir verdad− el empeño, de António Guterres".

Y recordó que entre los retos más recientes que Europa ha tenido que afrontar está "el de la guerra en Ucrania, provocada por la inaceptable invasión rusa", que exige "reafirmarse y cohesionarse aún con mayor fuerza y decisión".

Se refirió el Rey a la próxima presidencia del Consejo de la UE por parte de España en el mes de julio, hecho que calificó como "una gran oportunidad para que nuestro país impulse la relación entre la UE e Iberoamérica. El conjunto de la Unión debe entender que, para ser un actor geopolítico principal en la actual situación mundial, la conexión con Iberoamérica es un asunto que afecta a todos los países europeos por igual, que es estratégica. España y Portugal lo sabemos bien y nos lleva a insistir sin descanso en este mensaje".

Por su parte, Guterres en su discurso de agradecimiento reafirmó que "necesitamos paz. Es nuestra estrella polar, nuestro valor más preciado" que está empañado "por la invasión de Rusia a Ucrania, que está causando sufrimiento y devastación masiva". También se acordó de la situación de lucha armada que vive Sudán y animó a trabajar "por y par ala paz, sin descanso".

Al acto asistieron el presidente de la República de Portugal, Marcelo Nuno Duarte Rebelo de Sousa, el alto representante de la UE, Josep Burrell,el primer ministro de Portugal, António Luís Santos da Costa, la ministra de Defensa, Margarita Robes, el presidente de la Junta de Extremadura, así como 21 embajadores de países europeos y de Iberoamérica, entre otras personalidades.