Según las primeras hipótesis que manejan las autoridades eclesiásticas, el robo se cometió tras los Oficios Litúrgicos de la jornada, celebrados a las seis de la tarde. Posteriormente, la cofradía realizó su estación de penitencia, seguida por muchos feligreses, al igual que por el clero catedralicio.

El cáliz, de 38 centímetros de altura, es obra del famoso rfebre parisino Charle Cahier y pertenece a un conjunto de servicio de altar completado por una patena, vinajeras, chachara y aguamanil, todas ellas realizadas en plata sobredorada.

Este juego, ahora incompleto, sólo se utiliza en los actos litúrgicos de mayor solemnidad. El conjunto en sí fue una donación a la catedral de Málaga realizada por el que fuera arcipreste de la misma durante el siglo pasado, Calixto Rico y Gil.

Los responsables de la catedral, que ya han presentado la correspondiente enuncia ante la Policía, consideran que el robo estuvo precedido de un estudio sobre el valor orfebre de la pieza, ya que el autor dejó otras de menor valor.

El caliz robado tiene relieves repujados en la copa, cuyos motivos son las matronas representativas de las tres virtudes teologales - Fe, Esperanza y Caridad-, mientras que en la base o peana se muestran en tres medallones las escenas de la Pasión del Señor, alusivas a la oración en el Huerto de los Olivos, una caída de Jesús cargado con la cruzla Crucifixión.