Ante los senadores, Rojo inició su exposición con unas palabras de "dolor" al recordar al senador Carlos Chivite fallecido este lunes y al que homenajearon al inicio de la sesión, y también hizo una mención a "todas las víctimas del terrorismo y muy singularmente a Isaías Carrasco, asesinado por ETA el último día de la campaña electoral".

Señaló que "nos encontramos en deuda con los ciudadanos que arriesgan la vida hasta perderla en defensa de sus ideas y de sus ideales, en deuda con lo mejor de nuestra democracia". "La palabra, hoy más que nunca, nos ha de servir para fortalecer la unidad de los demócratas frente a ETA", añadió.

Rojo, que intercaló en su discurso en español párrafos en catalán, euskera y gallego, prometió el "mayor equilibrio político y garantizar la protección de los derechos individuales y de los grupos políticos", porque asume que "la imparcialidad absoluta es un fin casi utópico".

En este sentido, dijo que cumplirá con sus atribuciones como presidente de la Cámara con "equidad, responsabilidad y buscando la resolución de los problemas" con el fin de que el Senado se mantenga como un "instrumento fértil de creación legislativa".

Reconoció que "el Senado debe seguir con determinación su camino para ser una realidad institucional, útil a la vida social y a la política representativa".

Es por esto que, aprovechando la "profunda renovación" en la composición del Senado con la incorporación de nuevos senadores, consideró que es momento para "renovar objetivos, y mejorar la institución".

Por ello, planteó "como prioridad" para esta legislatura la reforma "general" de la Cámara para hacerla "más coherente con la realidad autonómica, más acorde a la España de hoy" y hacer del Senado un "bálsamo" para las diferencias que mantienen las comunidades autónomas que cada vez tienen asumidas más competencias.

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Javier Rojo destacó que hay que trabajar por superar la "barrera invisible" con los ciudadanos, expresar "más cercanía" con el pueblo y tomar más decisiones como la jornada de puertas abiertas, la cual consideró "insuficiente".

En este sentido dijo que las intervenciones y actitudes de los senadores "deben estar impregnadas por la voluntad de hacer de la diferencias un sentimiento cívico que, a su vez, impida que germinen entre nosotros la ira de la crispación y los temores de una innecesaria confrontación que, sin pretenderlo, trasladamos a la sociedad".

"Admitiré, en buena lid democrática, el desencuentro, la discrepancia y la crítica por dura que ésta sea. Pero jamás toleraré, por respeto a la ciudadanía y a nuestra noble función, el insulto o el descrédito a las personas o lasinstituciones".

Por último, Rojo dijo, en español y todas las lenguas oficiales, que el "Senado es una Cámara de Paz" y que en ello hay que trabajar más este año que se cumple el 30 aniversario de la democracia en España para mostrar que esta institución tiene por objetivo "reflejar la diversidad en la unidad".

Posteriormente, en rueda de prensa, Rojo insistió en la necesidad de ahondar en esta legislatura por la reforma de la Cámara "en contenido y representación", lo cual será el primer cometido una vez se constituyan los grupos parlamentarios.

Consideró que posible realizar este objetivo porque el "clima político es distinto" en esta legislatura y porque él va a dar "lo mejor de mí mismo" para que se lleve a cabo.

"Cosas más difíciles se han hecho", agregó, al tiempo que espera que "el clima político ayude" y que se "aparquen" las diferencias y pongan en común todo lo que les une para emprender esta IX Legislatura.

Además, agregó que "ante la situación de problemas que tenemos" en España, la ciudadanía debe ver que las instituciones "no bajamos la guardia" sino que trabajan por la búsqueda de respuestas.