Díez declaró a Servimedia que "la política penitenciaria es una política de lucha contra el terrorismo y cualquier Gobierno democrático ha de aplicarla sabiendo que éste es el objetivo".

Según la representante socialista, la actuación carcelaria respecto a los presos etarras "nunca ha de ser una respuesta a una presión de los propios terroristas; ningún Estado democrático puede someterse a eso, porque entonces dejaría de ser eficaz la ley y autónomo el Estado de derecho".

A su juicio, el sistema "ha de funcionar al margen de las presiones de los terroristas", lo que supone que medidas como el acercamiento sólo deben tomarse teniendo en cuenta la lucha contra ETA.

"Nunca ha de acercarse a los presos", aseguró la eurodiputada socialista, "como consecuencia de una presión y, mucho menos, de un chantaje".