Energía

Rusia presionó en Bruselas para etiquetar el gas y la nuclear como energías sostenibles, según Greenpeace

Madrid
SERVIMEDIA

Las empresas energéticas rusas Gazprom, Lukoil y Rosatom, estrechamente ligadas al Kremlin (sede del Gobierno ruso), maniobraron en Bruselas para influir en la inclusión del gas fósil y la energía nuclear en la taxonomía de inversiones sostenibles de la UE, según una nueva investigación de Greenpeace Francia.

Los autores de la investigación comparan el entramado de influencias con 'matrioskas', las clásicas muñecas rusas, para ilustrar que estas empresas se escondían dentro de otras para operar.

La investigación, difundida este martes, también revela que Rusia será uno de los principales beneficiarios de la inclusión prevista del gas y la energía nuclear en la lista de inversiones sostenibles de la UE, lo que dará al presidente ruso, Vladimir Putin, “un mayor poder de negociación sobre la UE y le proporcionará dinero para alimentar la guerra en Ucrania”.

Las empresas energéticas rusas se han reunido con comisarios y altos funcionarios de la UE, ya sea directamente o a través de filiales y grupos de presión, al menos 18 veces desde que la Comisión Europea publicó su plan de acción sobre financiación sostenible, en marzo de 2018, según el informe.

Rusia podría ganar 4.000 millones de euros más al año con una expansión de la capacidad de comercio de gas al entrar en la taxonomía, lo que supondría un total de 32.000 millones de euros para 2030, mientras que la inclusión de la energía nuclear en la taxonomía permitiría a Rosatom, una empresa estatal rusa de energía nuclear con vínculos comerciales con la industria nuclear europea, asegurarse una parte de una inversión potencial estimada de 500.000 millones de euros en nueva capacidad nuclear de la UE.

"Gazprom, Rosatom y Lukoil hicieron campaña para que el gas y la energía nuclear obtuvieran la etiqueta de sostenibles de la UE, reforzando el poder geopolítico de Putin y haciendo que la UE sea más dependiente de la energía rusa durante las próximas décadas. Los crímenes contra la humanidad cometidos por el ejército de Putin en Ucrania son un cruel recordatorio de cómo la dependencia de la UE del gas fósil y la energía nuclear contribuye activamente a la guerra y a las violaciones de los derechos humanos”, apuntó Adriana Rodrigo, responsable de la campaña de finanzas sostenibles de Greenpeace en la UE.

Rodrigo añadió al respecto: “Ahora que la Comisión Europea se prepara para desvelar su plan RePowerEU para liberarse de la dependencia energética rusa, rechazar la entrada del gas y la energía nuclear en la taxonomía es una medida obvia que los eurodiputados pueden tomar para demostrar de forma decisiva a Putin que ha excluido a Rusia del futuro energético de Europa".

“LAVADO VERDE”

Meritxell Bennasar, responsable de la campaña de Energía Nuclear en Greeenpeace España, indicó que, si finalmente la UE etiqueta el gas y la energía nuclear como energías sostenibles, “se estará allanando el camino para el lavado verde de las inversiones en proyectos nucleares y en gas fósil, y esto supondrá un desastre para el clima y el medioambiente, y será un gran impulso económico para Putin y su escalada bélica”.

“Es totalmente inaceptable que la Comisión Europea se haya doblegado a los grupos de presión. La Comisión no debe, de ninguna manera, actuar en función de intereses económicos particulares ni nacionales", añadió Bennasar.

Rusia suministra actualmente un 45 % del gas de Europa y un 20% de su uranio enriquecido. Rusia también presta servicios de mantenimiento técnico en 18 centrales nucleares de diseño ruso en la UE, la mayoría en Europa central y oriental, y almacena grandes cantidades de residuos radiactivos de la UE, incluidos los producidos en países como Francia, Alemania y Bulgaria.

Hasta la fecha, las importaciones de gas fósil, turbinas de gas, uranio y otros servicios nucleares rusos han estado exentos de las sanciones impuestas por la UE a Rusia en respuesta a la invasión de Ucrania. La Comisión Europea ha propuesto prohibir a las empresas rusas que contraten en el futuro a empresas de lobby y de relaciones públicas de la UE, pero esto aún no ha sido aprobado por los gobiernos de la UE, según Greenpeace.

(SERVIMEDIA)
17 Mayo 2022
MGR/gja