Accesibilidad

El sabor de la inclusión: los restaurantes de Benidorm escriben su carta en braille

Madrid
SERVIMEDIA

La Asociación de Bares, Restaurantes, Cafeterías y Ocio Nocturno de Benidorm (Abreca), en colaboración con la ONCE, impulsan una red de restaurantes con cartas en braille para garantizar “una experiencia gastronómica autónoma” para las personas con discapacidad visual.

Una red creciente de más de 30 restaurantes ofrece desde esta semana sus menús en braille, instalaciones adaptadas y personal formado para atender a personas con discapacidad visual. No se trata solo de cambiar el formato de una carta, sino de modificar la forma en que se entiende la hospitalidad, explicaron a Servimedia desde Abreca.

La semilla de este proyecto germinó gracias a la visión conjunta de la Asociación de hosteleros de Benidorm y la ONCE. Lo que empezó como una conversación sobre accesibilidad, derivó en la construcción de una red comprometida con la inclusión real. “Nos dimos cuenta de que no bastaba con buenas intenciones. Había que actuar”, explicó la gerente de Abreca, Irene Carreño Vargas.

SEIS PUNTOS QUE MARCAN LA DIFERENCIA

'Seis puntos que marcan la diferencia' es el lema que articula todo el proyecto. Más que un guiño al sistema braille, es un manifiesto, reconocieron. “No queremos que nadie se quede fuera. Seis puntos pueden ser la llave para que alguien lea una carta por sí mismo y se sienta parte de la experiencia”, explicó Carreño.

En su fase inicial, solo una decena de establecimientos se atrevieron a implementar las cartas en braille. Sin embargo, en menos de un año, la red creció de forma exponencial. La segunda fase, iniciada en junio de 2025, sumó 21 nuevos locales.

Entre los nuevos adheridos destacan: Manila, El Cisne, La Cava Aragonesa, Chico Calla, Linaje de Castilla, Jardín Mediterráneo, Casa Enrique, L'abadia, La Creu, Brasería Aurrera, Bodegón, Tabernita del Sur, entre otros. Estos establecimientos se han sumado así a los pioneros Pizzería La Toscana, Taberna Andaluza, Restaurante Esturión y Hogar del Pescador (Villajoyosa), conformando una red diversa que abarca toda la comarca.

RAMPAS, CÓDIGOS Y EMPATÍA

La gerente de Abreca destacó que “el proyecto no se limita a las cartas adaptadas”. Los restaurantes participantes “deben cumplir ciertos criterios básicos de accesibilidad física”: rampas, puertas anchas, baños adaptados y señalética accesible.

Además, seis camareros han recibido formación específica por parte de la ONCE para desarrollar competencias específicas para atender a personas con discapacidad visual a traçés de una actividad formativa de "catas a ciegas", explicó el director de la ONCE en Benidorm, Vicente Vázquez González. Asimismo, Vicente Vázquez González señaló que “esta formación se implementará para los camareros de los restaurantes que se adscriban en esta iniciativa”.

Para Irene Carreño, la colaboración con la ONCE ha sido crucial: “Nos guiaron en todo. Desde cómo transcribir las cartas hasta cómo hacer una experiencia formativa de calidad. Nos han tendido la mano con generosidad y profesionalidad”. En este proyecto, Vicente Vázquez ha sido su contacto principal, fue también quien canalizó recursos, explicado las tecnologías disponibles, y sensibilizado al sector hostelero sobre la importancia de este tipo de acciones, destacó Carreño.

LA RESPUESTA DEL SECTOR

Si bien el inicio fue tímido, la segunda fase del proyecto demostró que el sector hostelero está preparado para el cambio. “Al principio había muchas dudas. Ahora, cada vez que lanzamos una convocatoria, se suman más. La gente ha entendido que la inclusión no es solo un deber moral, sino también una oportunidad de atraer a más clientes”, explicó Carreño. Y es que un cliente satisfecho, que se siente acogido, “no vuelve solo”: trae amigos, familia y reconocimiento, señaló.

Aunque Abreca tiene un ámbito comarcal, el proyecto ya empieza a inspirar a otras regiones. “Hemos recibido consultas de otras asociaciones. Esto es solo el principio. Queremos que este modelo se replique en toda España”, afirmó Carreño.

Este impulso por una gastronomía accesible no es exclusivo de Benidorm. A nivel nacional, iniciativas como Umániko, el espacio de restauración lanzado por ILUNION Hotels el pasado año, demuestran que la inclusión también puede ser sinónimo de excelencia.

En este restaurante se combinan productos de proximidad, sostenibilidad, cocina internacional y accesibilidad plena, convirtiendo cada comida en una experiencia gastronómica sensorial y humana. En espacios donde al menos el 70% de la plantilla está compuesta por personas con discapacidad, se demuestra que la integración no solo es posible, sino que eleva el estándar de calidad.

La propuesta de ILUNION también apuesta por la innovación tecnológica, el diseño sin barreras y la conciencia ambiental. Acciones como su alianza con ‘Too Good To Go’ para combatir el desperdicio alimentario, o la decoración de sus espacios con textiles reutilizados refuerzan una visión global en la que sostenibilidad, accesibilidad y responsabilidad social van de la mano. En este marco, la gastronomía deja de ser un simple servicio para convertirse en una herramienta de transformación social.

BENIDORM, CIUDAD INCLUSIVA

Más allá de la hostelería, la ambición es convertir a Benidorm en un modelo de ciudad inteligente e inclusiva. “Queremos organizar una acción tras el verano donde participen comerciantes, hoteleros y transportistas, para mostrar cómo una persona ciega se mueve por la ciudad”, adelantó la gerente de Abreca. Con rutas accesibles y formación transversal, Benidorm aspira a que “nadie se quede atrás”.

“Para mí, formar parte de esto ha sido transformador. Me ha hecho sentirme más empática, más humana. Nunca hay que dejar a nadie fuera”, afirmó Carreño.

Por su parte, el director de la ONCE en Benidorm indicó que formar parte de este proyecto “ha significado un reto profundo y una responsabilidad cargada de valor social”. Desde el primer momento, asumió con compromiso la misión de “acercar la accesibilidad real al corazón de la hostelería benidormense”. “No se trata solo de incorporar cartas en braille, sino de iniciar un camino potente de transformación cultural en un destino turístico de referencia como Benidorm y su comarca”, aseguró.

RETOS PENDIENTES

Abreca y la ONCE planean nuevas rondas de adhesión, más formaciones y la integración de tecnologías que mejoren aún más la experiencia.

De cara al futuro, uno de los grandes objetivos señalados por Vázquez González es “consolidar la accesibilidad como un estándar global en los establecimientos”. Esto incluye “garantizar el acceso físico sin barreras, mejorar la movilidad interior” y asegurar que cada espacio del restaurante, desde la entrada hasta el baño, “esté pensado para todos”.

Otro eje de trabajo clave será la incorporación de la accesibilidad en la evolución digital de la hostelería. Vázquez insistió en que “la transformación tecnológica debe incluir a las personas con discapacidad visual”, para que no se queden fuera de las nuevas formas de consumo.

Además, se está desarrollando un ambicioso proyecto: “las terrazas del futuro”. Se trata de repensar estos espacios exteriores para que sean inclusivos, cómodos y plenamente integrados con el entorno urbano. El objetivo es que “estas zonas de ocio no solo cumplan una función comercial, sino también social”, garantizando que “ninguna persona encuentre barreras, físicas ni simbólicas al disfrutar de su tiempo de ocio”, explicó Vázquez.

El ejemplo de Umániko y el modelo de Benidorm no son proyectos aislados, sino señales claras de una nueva era en la que la hospitalidad incluya a todos para que nadie se quede sin asiento en la mesa.

(SERVIMEDIA)
24 Jul 2025
RIM/mag/mjg