Así lo explicó hoy el director general de FECE, Rafael Alvero, durante un encuentro con la prensa en el que presentó las reivindicaciones que el sector de la exhibición ha trasladado al Ministerio de Cultura para su inclusión en el borrador de la denominada Ley del Cine, que el Ejecutivo tiene previsto aprobar en la presente legislatura.

En primer lugar, exigió a Cultura que regule la actual situación de "asimetría" que, a su juicio, caracteriza la relación comercial que los exhibidores mantienen con el sector de la distribución y que, según explicó, reconoce una resolución del 10 de mayo de 2006 del tribunal de Defensa de la Competencia y, en concreto, con las "majors" de Hollywood.

Así, solicitará limitar al 48% de la recaudación de la película en taquilla la cantidad que paga la sala al distribuidor. Actualmente, en España se paga el 60% durante la primera semana de proyección, porcentaje que luego "bajaría" a una media del 54-55%, mientras que en Europa es de un 43%. Esta diferencia, según Alvero, provoca "pérdidas millonarias" a las salas de cine españolas.

En este sentido, acusó al Ministerio de Cultura de no haberse "movido ni interesado hasta ahora por equilibrar el mercado" y terminar con los "déficits y abusos históricos" tanto por parte de las administraciones públicas como del sector de la distribución. "Éste es el país con los mejores cines, y el peor tratado", sentenció Alvero.

TIEMPO DE EXHIBICIÓN

El "segundo gran tema" que las salas han trasladado al Gobierno es la necesidad de garantizar un tiempo mínimo de exclusividad para la exhibición en salas de cine, antes de que "pasen" al resto de ventanas de explotación (venta y alquiler de DVD o vídeo, televisión e Internet), para todas las películas, y no sólo para las del cine español, que tienen una exclusividad de cuatro meses.

Además, las empresas de la exhibición solicitan la inclusión en la ley de una prohibición expresa de negar el suministro de copias de alquiler a la exhibición por parte de la distribución, situación que, para FECE, "condiciona la viabilidad de cientos de empresas y salas de cine ubicadas en pequeñas poblaciones".

El dirigente de FECE se quejó también de la imposición actual de cuotas de pantalla en la programación de las salas, que obliga a que, de cada cuatro películas proyectadas, tres procedan de Estados Unidos y sólo una sea española o europea.

Pese a considerar esta medida "injusta e inconstitucional", aseguró que está "abierto" al consenso en este ámbito y se mostró dispuesto a aceptar la cuota, "a cambio de otro tipo de compensaciones".

Finalmente, FECE pide un un paquete de ayudas, como reducir la fiscalidad u otorgar a las salas subvenciones directas, dada la importancia de este sector "en la transmisión de la cultura" en el país, así como la creación de un registro de empresas y salas en el que deban inscribirse todas las empresas e instituciones españolas que deseen proyectar una película.

Alvero aseguró haber comenzado las "conversaciones" con el sector de la producción en España para "proyectarles" sus exigencias a la futura Ley del Cine, "acercamiento" que, no obstante, no se ha producido con los distribuidores.