En un comunicado enviado a los medios de comunicación, la Confederación denunció que “estamos asistiendo con horror a unos niveles de violencia e inhumanidad contra la población civil en Palestina sin precedentes”, en la que casi 15.000 personas, entre ellas más de 6.000 menores, han sido asesinadas.

Además, aseveró que el asedio, la falta de atención sanitaria, los cortes de electricidad y de agua o el bloqueo de la entrada de ayuda humanitaria y de bienes y servicios vitales a Gaza, entre otras situaciones, amenazan no solo la integridad física de la población, sino también la mental. En este sentido, también señaló la persecución y violación de derechos que se sufre en Cisjordania, bajo la ocupación israelí.

Por ello, recordó que la población civil nunca debería ser un objetivo militar. Los hospitales, las escuelas, las viviendas y lugares de refugio no deben ser objetivos de los ataques. La entidad denunció que “el desprecio absoluto a la vida y a los más mínimos valores humanitarios que están caracterizando los ataques por parte del Estado de Israel suponen un reto global en clave de derechos humanos, que no debe afrontarse con silencio”.

Asimismo, reclamó establecer corredores humanitarios que permitan la entrada de la ayuda y la entrada y salida de personas; reconocer la vulnerabilidad adicional que tienen las personas con discapacidad, entre ellas, las personas con problemas de salud mental y la puesta en marcha de servicios de atención a la salud mental, entre otras peticiones.