Lo hizo durante su intervención en el acto por el 'Día de Recuerdo y Homenaje a todas las víctimas del golpe militar, la Guerra y la Dictadura', en el Auditorio Nacional de Música, en Madrid, que se conmemora los 31 de octubre -según fija la Ley de Memoria Democrática- pero que esta vez se adelantó por la ceremonia de jura de la Constitución de la princesa de Asturias.

Sánchez trasladó su “compromiso presente y futuro” con esta causa para “que nadie se atreva a decir que no merece la pena seguir escarbando en la tierra para rescatar la memoria olvidada que yace bajo nuestros pies”, tras alertar del “verdadero valor que merecen” estas políticas y de la “facilidad” con la que “pueden perderse avances que hoy damos por sentados”.

En este sentido, Sánchez recordó que la Ley de Memoria Democrática cumple su primer año de vigencia y que “la memoria democrática es una cuestión de Estado que no concierne a una ideología en particular”. Por eso, sostuvo como “incomprensible que, aun hoy, algunos no sientan como propio un deber asumido con normalidad en cualquier democracia”.

El jefe del Ejecutivo intervino en el acto después de la distinción a personas - como Nicolás Sartorius o Cristina Almeida- , con unas “biografías que impresionan y conmueven” y que “contienen episodios de tremendo dolor e injusticia”. En total, Sánchez y Bolaños entregaron dieciocho Declaraciones de reparación y reconocimiento personal, de las que en uno de los casos fue a título colectivo a los diez condenados en el juicio "Proceso 1001" justo cuando se cumplen 50 años.

Según Sanchez, las personas “honradas” en este acto se suman a las 242 víctimas que ya han sido homenajeadas nominalmente por el Estado en el último año.

En un evento amenizado en varios momentos por la intervención de la cantante Rozalen, el jefe del Ejecutivo destacó que los "clásicos" decían que "era recomendable beber equilibradamente de las fuentes del olvido y de la memoria" para denunciar que "algunos" siguen ensalzando la primera "a conveniencia" y ejercitando de forma "muy selectiva" la segunda.

Así las cosas, dijo que el "corazón de España no puede ser ajeno al desgarro emocional de una tragedia" como la vivida y que "leer las páginas de nuestro siglo XX no es un acto pretérito, sino una vocación contemporánea para construir un futuro mejor", especialmente "por las generaciones que están por venir". "Es de suma ignorancia decir que una Ley de Memoria es sectaria o es revanchista" porque "no lo es en ningún país del mundo y no lo es tampoco en España", subrayó.

En este sentido, recordó que la ley que se impulsó en el Ministerio que encabeza Félix Bolaños, presente en el acto junto a las vicepresidentas primera y segunda, Nadia Calviño y Yolanda Díaz, se hizo siguiendo las "recomendaciones" de distintos organismos internacionales de Derechos Humanos y escuchando las demandas de la sociedad civil y del movimiento memorialista, y que "verdad, justicia y reparación como garantía de no repetición son los cuatro principios del derecho internacional humanitario que vertebran esta ley", remachó el jefe del Ejecutivo en funciones.

Sánchez también aprovechó el momento para recordar la salidas del militar franquista Gonzalo Queipo de Llano de la Basílica de La Macarena, en Sevilla, y que, en abril se extrajeron los restos de José Antonio Primo de Rivera del Valle de Cuelgamuros para ser "entregados con dignidad a sus familiares", tras la exhumación del dictador Francisco Franco.

Ahora, dijo, "en las criptas de Cuelgamuros, además, se está trabajando para la exhumación de 133 cuerpos de víctimas. Caídos, sí, pero ya nunca más olvidados", porque, en líneas generales, en estos años, con el "impulso" del Gobierno se han exhumado 4.500 cuerpos en más de 500 actuaciones, y "muchos trabajos siguen todavía en curso".