En un acto del PSOE en Gijón, Sánchez reconoció que los mayores son los que “han sufrido con particular gravedad, por desgracia, el embate de este maldito virus” y los que “han hecho mucho de lo que hoy es Asturias y es España”. “Desde la política y la sociedad tenemos que darles el reconocimiento de dignidad de sus condiciones laborales”, defendió.

“Justicia y dignidad también para nuestros mayores”, enfatizó Sánchez, para a renglón seguido anunciar que “el próximo martes en el Consejo de Ministros vamos a actualizar las pensiones de nuestros mayores para el año 2022” y destacar el “esfuerzo que estamos haciendo entre todos, sobre todo la Administración General del Estado, para que nuestros mayores tengan unas pensiones más dignas”.

El jefe del Ejecutivo explicó que “a lo largo de 2021 y 2022 vamos a invertir 6.500 millones de euros en la dignificación de las pensiones de nuestros mayores”. Puso el ejemplo de una pensión mínima que en 2017 supusiera 637 euros y que hoy cobraría 646 euros en 2022 “si no hubiésemos hecho la modificación que hemos hecho y se hubiese mantenido el sistema del PP”. “Con el nuevo modelo cobrará 720 euros, es decir, 74 euros más al mes”, resaltó.

En cuanto a las pensiones medias de viudedad que en 2017 representaban 649 euros al mes, explicó que “si no se hubiesen hecho los cambios y siguiera el sistema del PP” ahora en 2022 supondrían 658 euros al mes, mientras que “con el nuevo modelo van a cobrar 711 euros, es decir, 53 euros más”.

En el caso de una pensión media de jubilación que en 2017 implicase 1.071 euros, “con el sistema del PP hoy cobraría 1.081 euros y con el nuevo modelo que ha impulsado el PSOE va a pasar a cobrar 1.182 euros”, resaltó el presidente del Gobierno y líder socialista. Esto implica, subrayó, “97 euros más”.

Sánchez resumió la actuación de su Gobierno en este ámbito con la frase “justicia y dignidad para nuestros mayores” y en ello enmarcó ese anuncio de que el próximo martes el Consejo de Ministros vaya a actualizar las pensiones para el año 2022.

REFORMA LABORAL

En este acto de partido, Sánchez tampoco pasó por alto la reforma laboral pactada con la patronal y los sindicatos y que debe convalidar en el Congreso de los Diputados. Se remitió a las dificultades que tiene un Ejecutivo de coalición con 155 escaños, lo que hace del suyo un Gobierno en minoría parlamentaria.

“Tenemos que hablar con muchos y hacer de la cultura del diálogo y del acuerdo nuestra forma de hacer política”, reconoció Sánchez, quien consideró que “eso es bueno”. En este sentido, admitió que “ahora cuando hablamos de la reforma laboral es evidente que no es la reforma laboral que hubiera hecho el PSOE” en solitario “y seguro que tampoco nuestros socios” ni tampoco la que hubiese defendido por sí misma la patronal o los sindicatos.

En todo caso, enjuició que “eso precisamente es la virtud y la fortaleza de esta reforma laboral, que es un acuerdo y al final el acuerdo y el diálogo social no es solamente un medio, sino que es un fin en sí mismo”. Para Sánchez, “articular toda esta complejidad en torno a grandes acuerdos no es solamente necesario, sino que es imprescindible”.

Finalmente, el jefe del Ejecutivo aludió a los calificativos que usa la oposición para referirse a la coalición. “Hablan mucho de que este es un Gobierno radical”, indicó, pero dijo que él escucha la agenda del nuevo Gobierno alemán y ve cómo alude al salario mínimo interprofesional, a la necesidad de revalorizar las pensiones, impulsar un gran plan de vivienda o hacer una transición económica justa en los territorios. Temas de los que también se ocupa el Gobierno de España, resaltó, ubicándolo así en “la vanguardia de lo que tenemos que hacer en Europa”.