El propio Sánchez lo reconoció este martes en una conversación informal con periodistas, durante la copa de Navidad en el Palacio de La Moncloa, donde defendió una próxima reunión con Puigdemont como un paso “coherente dentro de su proceso de normalización”. No obstante, no aclaró fechas, dejó entrever que será antes de la entrada en vigor de la ley de amnistía y que dará cuenta de ella en futuras entrevistas.

En el mismo marco situó otra cita, pero esta vez con el líder de ERC y dirigente política indultado en 2021, Oriol Junqueras, dentro también del proceso de normalización y el “camino” que emprendió hace cinco años de diálogo con Cataluña para abordar el desafío soberanista.

Sánchez restó importancia a un posible coste político de estas citas, y recordó que con los indultos ya concedidos, en las pasadas elecciones del 23-J logró un millón de votos más que en los anteriores comicios.

Aunque con otro cariz, el líder socialista también resaltó la aportación constructiva que supone la moción de censura en Pamplona que permitirá que la Alcaldía recaiga en manos de EH Bildu.

Negó que el apoyo socialista sea una “contraprestación” por el apoyo de la formación que lidera Arnaldo Otegi a su investidura y, como lleva desde la semana pasada el PSOE, insistió en que responde a una “situación muy local”.

HACER "PEDAGOGÍA"

No obstante, en el PSOE consideran que la relación con la formación aberzale ha podido impresionar a la militancia, pero ya la han asumido y digerido. Así las cosas, algunos dirigentes del PSOE reconocen que aún queda cierta “pedagogía” y que a ello se van a empeñar.

Por otro lado, sobre este apunte, Sánchez defendió que el PNV -socio en el País Vasco y con el que forma el Gobierno de coalición que encabeza Íñigo Urkullu- está “dentro” de la moción, a través de Geroa Bai, y que la asociación PNV-PSE es presente y futuro.

El PSOE atraviesa, por la determinación del presidente, un momento en el que están abordando cuestiones que se consideraban tabú por el coste político y ahora apuestan por la “normalización” de las relaciones políticas, según apuntan fuentes del partido, con el objetivo de lograr mejoras en el interés general.

Aunque hay quien en el partido considera que son muchos frentes abiertos a la vez, también apuntan a que, quizás, esa forma de actuación permita “tragarse los sapos todos juntos” y así despejar el horizonte político de amnistías, reuniones y apoyos comprometidos ante las citas electorales de 2024.