“Ustedes me han convocado aquí, yo respondo hoy ante el Congreso y no tengo ningún problema en comparecer en el Senado” donde, dijo, irá “encantado”. Y si “quiere llevar a mi esposa, será su responsabilidad, pero irá encantada. No tenemos nada que ocultar”.

Así lo apuntó Sánchez en su segunda intervención en el Pleno del Congreso en el que sentenció que “no tenemos nada que ocultar” y pidió a Feijóo que “no entre en el fango” sino que se hable “de los temas que realmente ocupan a los ciudadanos”.

De hecho, pidió a Feijóo que “recapacite” y “rompa sus lazos” con Santiago Abascal, “con la internacional ultraderechista, deje de darle la manivela a la máquina del fango, deje de buscar atajos inmorales y haga una oposición útil”.

“Ya he dado explicaciones claras sobre mi pareja”, explicó Sánchez, porque “ella es una profesional de primera, que no ha hecho nada irregular ni reprochable”.

Pero, afeó a Feijoo, “a usted eso no le importa, como tampoco le importa lo que haya dicho la Audiencia Nacional o la Fiscalía, o la Oficina de Conflictos de Intereses o la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil” porque “no le interesa la verdad, solo le interesa la destrucción del adversario político”.

“Le interesa aferrarse a la vacua idea de poder ganar en periódicos y en tribunales lo que no pudo ganar en las urnas el pasado 23 de julio”, sentenció Sánchez. “Ese es en realidad el único horizonte político que usted puede venderle a los suyos para que no le saquen del cargo como hicieron con su predecesor, Pablo Casado”, remachó.