Así lo anunció el presidente este martes en una rueda de prensa posterior a que presidiera el Consejo de Ministros en el Palacio de La Moncloa, para dar cuenta sobre este plan, que remitirá a Bruselas y a la OTAN este miércoles para que planteen sus observaciones.

Fuentes gubernamentales explicaron que "Sánchez quiere comparecer lo más pronto posible" en la Cámara Baja y hasta la primera semana de mayo no tendrá lugar el primer pleno tras las vacaciones de Semana Santa, puesto que el Partido Popular pidió no celebrar esta sesión la semana que viene, al coincidir con el congreso de su formación en Europa que se celebrará en Valencia, y la Mesa así lo aprobó en la última sesión que mantuvo.

Los socialistas podrán registrar en esta semana la petición de comparecencia del presidente para que acuda, tras ser aprobada, la primera semana de mayo, si así se decide. El Gobierno de coalición cuenta con mayoría en la Mesa y fuentes de Moncloa afirman que "no habrá ningún problema".

El plan, aprobado este martes en Consejo de Ministros, no necesita pasar el filtro de la Cámara Baja porque, tal y como explicó Sánchez, su financiación no supone ninguna modificación de los Presupuestos Generales del Estado en curso, por lo que el Gobierno no necesita los votos de sus socios ni del resto de grupos parlamentarios.

Así, el grueso de la financiación prevista para 2025 procederá de tres fuentes: de la reorientación de algunas partidas del Plan de Recuperación, como por ejemplo la destinada a ciberseguridad, dotada con más de 1.300 millones de euros; de los ahorros generados "por el buen desempeño de la política económica de este Gobierno", subrayó Sánchez; y en tercer lugar, del margen que dan ciertas partidas que se incluyeron en los Presupuestos Generales de 2023 pero que ya no se necesitan, como la que sufragó a los distintos territorios tras las pérdidas originadas por la pandemia.

Sin embargo, el presidente tuvo que admitir desde el primer momento "discrepancias" con sus socios de Sumar, al pedir estos segundos después, mediante un documento interno al que tuvo acceso Servimedia, su retirada.

"Tenemos una discrepancia en este punto, pero hemos gestionado esa discrepancia, creo que desde el respeto y desde el diálogo", señaló Sánchez.

Así, el presidente matizó que "no somos partidos iguales, tenemos cada uno nuestras diferencias, pero lo hemos hecho siempre desde el respeto y del diálogo", y recalcó que "existe un consenso entre ambos socios en la mayoría de los puntos del plan". Además, añadió que ambos partidos respetan y comparten el objetivo fundamental del plan como es el de "mejorar la vida de los españoles, proteger su bienestar, sus valores y, por tanto, su modo de vida".

Sin embargo, fuentes de Sumar insisten a Servimedia en que plantarán "cara" a Sánchez en el Congreso al estar en "desacuerdo" con la compra de armamento. Un choque al que en Moncloa 'quitan hierro' asegurando que la fricción entre los socios "es mínima". No obstante, desde el 'ala socialista' del Ejecutivo también se esperan el 'choque' con Podemos, que desde el principio se mostró contrario a "cualquier plan de defensa", sentenciaron.