“No dejemos que tanto España como los símbolos institucionales sean apropiados por una derecha que en la transición y en el inicio de la democracia, no creyeron en ella”, dijo Sánchez, que recordó que "votaron en contra" aunque ahora sean "biemvenidos" a su defensa, y que consideró esta tarea "trascendental para la izquierda".

Así lo dijo Sánchez durante su respuesta a la líder de Sumar en la que también le mostró su respaldo cuando desde la derecha se la identifica en términos “peyorativos” como “filocomunista”, dado que “el Partido Comunista contribuyó mucho más que algunas formaciones presentes a la democracia” en España, afirmó Sánchez.

En su intervención, en la que el líder del PSOE reconoció que tiene diferencias con Sumar, agradeció a Díaz y a “todas las formaciones que componen” ese partido la “predisposición a entenderse con el PSOE”. “Discutimos mucho, negociamos aún más”, dijo.

Es un “gustazo ver que las izquierdas se entienden”, reconoció un “ilusionado” Sánchez ante esta “fase nueva de Gobierno de coalición progresista”, después de poner en valor que el Ejecutivo que ahora concluye ha “incorporado distintas innovaciones a la política española a subrayar” porque fue el “primer Gobierno de coalición a nivel estatal”.

De hecho, lo ensalzó ahora que “estamos viendo en las calles” las protestas impulsadas por la derecha como un hecho “muy relevante que desde la izquierda se reivindique a España como nación y a nuestra Constitución”.

Aprovechó el momento el presidente para “reconocer a todos los ministros y ministras, públicamente ante sus señorías, el buen hacer de todos y cada uno de ellos, con independencia de la cartera y de la formación política a la que pertenecieran”.

Sánchez admitió que en la pasada legislatura su Gobierno también cometió “fallos” porque “nadie” tenía “recetas” para las crisis como la del covid pero que el esfuerzo “merece la pena” por el “avance” de España.