“Me declaro un fan del presidente Lula Da Silva”, dijo Sánchez a la hora de clausurar el foro empresarial España – Brasil en el que participó dentro de la visita oficial que está realizando al país sudamericano.

Sánchez comentó que tenía que “devolver” a Lula la visita que éste realizó a España el pasado abril, no solo “por cortesía”, si no porque Brasil es “amigo en lo humano, aliado en lo político y socio en lo económico”.

El jefe del Ejecutivo español destacó que Brasil, como España, es un “destino atractivo” para las inversiones porque “ofrece un mercado interno extraordinario de más de 200 millones de habitantes, la disponibilidad de materias primas, una economía muy diversificada también resiliente ante las crisis internacionales”. Además, ensalzó que desde territorio español se les ve como “un gran país que está superando las expectativas de crecimiento económico previstas”.

Sánchez aseguró que “España y Brasil comparten muchas cosas, una de ellas la positiva evolución de nuestras economías”.

Además de aportar datos por los que ambos países quieren ser protagonistas activos de los grandes debates globales” y la apuesta por “unir fuerzas para impulsar proyectos en el ámbito de las energías renovables”, Sánchez defendió que en esta relación empresarial “hay argumentos de carácter muy humano que nos llevan a entendernos a nivel gubernamental” derivado, también, de la “sintonía” a nivel empresarial.

Para finalizar su intervención, el presidente recogió el “guante” que le lanzaron desde la administración brasileña: “Ojalá pueda venir aquí como turista, ponerme un bañador, disfrutar de las playas, pero en España también tenemos unas extraordinarias playas y usted también es bienvenido”, remachó Sánchez entre risas de los presentes.