En el encuentro, según fuentes de ambas formaciones, también estuvo el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. La reunión duró más de hora y media. Los socialistas reconocen que la negociación con Junts es “muy difícil” porque la formación que lidera Puigdemont tiene que transitar desde el rechazo a cualquier diálogo con el Ejecutivo, a negociar y apoyar una investidura de Sánchez y el arranque de una nueva legislatura.

En el PSOE admiten que el acuerdo con este partido es el más “complicado” porque deben “pasar página” de lo ocurrido en el desafío soberanista de 2017 y por las distintas corrientes dentro del propio Junts sobre la posición a tomar.

Los socialistas reconocen que la relación con ERC es “diferente” porque en esta última legislatura se ha asentado una “base”, tanto en Cataluña como en Madrid, que es la que ha permitido el gesto público de la llamada de Sánchez al líder republicano, Oriol Junquera, después de estos “cinco años colaborando”.

Sin embargo, con Junts la situación cambia porque la formación de Puigdemont rechazó la ‘Mesa de diálogo’ y cualquier negociación con el Ejecutivo y el PSOE.

Ahora la necesidad del apoyo de los siete parlamentarios de Junts a la investidura de Sánchez para que se conforme un nuevo Gobierno tras las elecicones del 23-J donde el PP fue la fuerza más votada, ha abierto un nuevo escenario donde la amnistía a los relacionados con el proceso soberanista está en primera línea de la negociación.