Sánchez viajó a Rabat con una decena de ministros de su gabinete, salvo la titular de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que se hallaba ya en el país. Su objetivo en una RAN que Moncloa calificó de “histórica” es estrechar relaciones con el país vecino y superar la crisis desatada por la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.

La primera parada del líder del Ejecutivo fue un encuentro a solas con Aziz Akhannouch. Esta tarde, antes de que mañana se celebre la RAN, con la reunión entre los dos gobiernos, Sánchez y Akhannouch también clausurarán un foro empresarial en el que se darán cita representantes de unas 80 compañías con intereses en las dos orillas.

Por otra parte, antes de desplazarse al país vecino, el presidente del Gobierno conversó durante media hora con el monarca Mohamed VI, que se encuentra fuera del país, y ambos coincidieron en "seguir impulsando la relación entre los dos países".

Además, confiaron en que la RAN, que tendrá lugar mañana en Rabat, será un "éxito, contribuyendo así a consolidar la nueva etapa en las relaciones entre Marruecos y España".