Fuentes de la Cámara Alta indicaron a Servimedia que su intención es que la comparecencia de Sánchez se produzca como la de otros comparecientes, que se han venido realizando en la sala Clara Campoamor de esta sede parlamentaria.

Las fuentes consultadas indicaron que la comparecencia aún no está fijada formalmente, aunque se supone que se celebrará a finales de este mes. Al mismo tiempo, desde los órganos de seguridad de La Moncloa no se ha trasladado a la Mesa de la comisión ninguna indicación sobre cómo debería ser esta citación a efectos de protección del presidente del Gobierno.

Aunque los miembros de la comisión aún no han hablado al respecto con el presidente del Senado, Pedro Rollán, la intención del PP, que es mayoritario en esta Cámara y en el órgano de investigación, es mantener para Sánchez el mismo formato que para los otros comparecientes.

Se da la circunstancia de que la Clara Campoamor es una de las de tamaño medio del Senado, lo que puede representar un problema a la hora de acoger a los periodistas que previsiblemente acudirán a seguir la comparecencia del jefe del Ejecutivo. A lo anterior se suma la presencia de personas que puedan acompañar al presidente a esta citación. Normalmente, en las sesiones de esta comisión puede haber una veintena de asientos libres, que podrían fácilmente ocuparse el día de la comparecencia.

“SE ACABÓ LA HUIDA”

A este respecto, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, anunció el pasado miércoles, durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, que Sánchez sería citado para comparecer en octubre ante la comisión de investigación del Senado sobre el 'caso Koldo'. El jefe de la oposición afirmó con contundencia: "Se acabó la huida. Hoy será citado y estará en la comisión en octubre. Le resultará muy difícil, pero está obligado a decir la verdad".​

Feijóo acusó directamente al presidente de ser el "máximo responsable" de la supuesta corrupción en su Gobierno, al tiempo que aseguró que está "tan pringado como ellos", en referencia a otros implicados, como José Luis Ábalos y Santos Cerdán. Subrayó que es "imposible haber delinquido" sin su consentimiento y le reprochó la falta de transparencia ante los escándalos detectados por la Guardia Civil.​

La respuesta de Sánchez fue irónica y desafiante, limitándose a decir "Ánimo, Alberto", frase que despertó risas y aplausos en la bancada socialista. El jefe del Ejecutivo negó las acusaciones y aconsejó a Feijóo "elegir bien sus batallas", calificando las imputaciones de “absolutamente falsas” y rechazando cualquier responsabilidad directa en la trama.​

La comparecencia de Sánchez ante la comisión está prevista después de que declaren en el Tribunal Supremo Koldo García y José Luis Ábalos, y antes del juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, en noviembre. Será la primera vez que un presidente del Gobierno en activo comparezca en el Senado por un caso de corrupción vinculado a su gestión.