Belarra preguntó a Sánchez por primera vez en su vida en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, y lo hizo para indagar cómo piensa garantizar el derecho a la vivienda. Pero el tema central de la sesión, el llamado ‘caso Koldo’ al que la oposición ha dedicado seis preguntas, se coló también en la suya.

La líder de Podemos comenzó recordando que ya en 2018 su partido acordó con el PSOE limitar los precios del alquiler, que le costó cuatro años aprobar la Ley de Vivienda y ahora ha tardado un año en aprobar el índice de precios de referencia. Por eso, preguntó a los socialistas “si van a dejar de arrastrar los pies en materia de vivienda” y qué van a hacer con el “tremendo agujero” de los alquileres de temporada y la proliferación de alquileres turísticos, que el PSOE no quiso meter en la Ley.

Sánchez se declaró “consciente de las dificultades” que tienen muchos ciudadanos y aseguró que ésta es “una de las principales prioridades y preocupaciones” del Gobierno, como lo acreditan la creación del Ministerio de Vivienda y señalado el tema en el “quinto pilar del Estado del bienestar”.

Para ello, aseguró, dispone de “dos poderosas herramientas” : la propia Ley de Vivienda, que se comprometió a desplegar, y el “importante compromiso presupuestario” de haber destinado el año pasado 3.400 millones a la partida, y ayer mismo fondos europeos para construir vivienda de alquiler asequible. “Nuestro compromiso es firme”, garantizó.

Belarra le recriminó en su réplica que “en los últimos seis meses el Gobierno sólo ha hablado de dos cosas: de la amnistía y ahora también de la corrupción del Partido Socialista”, algo que catalogó de “muy preocupante” porque España “necesita un Gobierno que gobierne”, no que esté “más preocupado de proteger los intereses del Partido Socialista”.

Denunció que para mucha gente el día 1 de cada mes, cuando paga la hipoteca o el alquiler y “se le queda la cuenta tiritando”, , es como el 30, porque la vivienda “es una bomba de expropiar recursos de las familias” hacia los propietarios, rentitas y bancos, y el “principal factor de pobreza y desigualdad” en el país. Por eso, exigió a Sánchez que olvide los avales a la compra de pisos que sugirió la banca y centrarse en “congelar los alquileres” como propuso Podemos, que a su juicio es “la medida verdaderamente efectiva”.

Sánchez, por el contrario, esgrimió la subida del salario mínimo y la de las pensiones como muestra de que el Gobierno está “situando en el centro las preocupaciones ciudadanas”, y también las 180.000 viviendas previstas y el control de alquileres en zonas tensionadas. “Vamos a hacer todo lo que esté en disposición de la administración pública”, prometió. Y, sobre la alusión a la corrupción, reiteró sus respuestas al PP: que hay “dos formas de plantearla” y que “este Gobierno corta por lo sano” mientras “otros cortan la cabeza a aquéllos que denuncian la corrupción”, en alusión al expresidente popular Pablo Casado.