En primer lugar, en el Complejo de la Moncloa, Sánchez se entrevistó con la embajadora, una semana después del incidente tras las declaraciones de la ministra en funciones y líder de Podemos, Ione Belarra, que provocó un cruce de comunicados entre los dos países.

En la reunión, según publicó el perfil oficial de Sánchez en redes, el presidente en funciones le trasladó su "solidaridad con el pueblo israelí tras los atentados terroristas sufridos el 7 de octubre", así como que "los rehenes deben ser liberados de inmediato y sin condiciones".

"Debemos centrar nuestros esfuerzos en proteger a todos los civiles y en evitar una catástrofe humanitaria", expresó Sánchez, para lo cual sostuvo que "la ayuda debe llegar en cantidad suficiente y de manera sostenida a la población palestina que lo necesita".

Después mantuvo un encuentro con el diplomático palestino, al que Sánchez trasladó su "solidaridad por la dramática situación en Gaza". "Debemos proteger a toda la población civil y garantizar los suministros básicos".

"Es necesaria una solución política al conflicto y ofrecer al pueblo palestino un horizonte de paz creíble, basado en la materialización urgente de la solución de los dos Estados, –Palestina e Israel– que coexistan en paz y seguridad", compartió el presidente en funciones.

Ambos encuentros se celebraron después de que, desde Luxemburgo, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en funciones, José Manuel Albares, propusiera a sus homólogos europeos la celebración de una conferencia internacional de paz una vez cese la violencia entre Israel y Hamás con vistas a resolver de una vez por todas este conflicto sobre la base de la solución de los dos Estados.