Oñorbe, en declaraciones a Servimedia, destacó que "el Ministerio de Sanidad, en colaboración con la Junta de Castilla y León, quiere transmitir a la ciudadanía que estos casos son esporádicos. Entran dentro de las previsiones que se hicieron en la Unión Europea, hace ya más de ocho años".

El responsable de Salud Pública, aseguró que no tiene constancia de que en estos momentos haya más casos en España, ni ninguna autopsia pendiente de alguna persona que se tenga la sospecha de que haya fallecido por la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.

"Sólo se puede saber con certeza si una persona tiene este mal, después de haber fallecido y tras haberle hecho la autopsia y otros estudios anatopatológicos complicados", explicó Oñorbe, quien además añadió que es un laboratorio especializado de Edimburgo (Reino Unido), quien confirma o no el diagnóstico cuando éste no está claro.

Oñorbe también negó que haya habido ocultación de datos u oscurantismo en relación con estas dos muertes, "primero hay una sintomatología clínica, después se hace la autopsia, se manda al laboratorio de referencia de Alcorcón, si hay dudas, se envía a otro y después se pasa a la UE. No ha habido ninguna intención de ocultar nada", precisó Oñorbe.

Según Sanidad, hace 10 días la Consejería de Sanidad notificó al Registro Nacional un nuevo fallecimiento que había sido también confirmado por el Hospital de Alcorcón (Madrid). El caso es el tercero de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob nueva variante en nuestro país. Este caso fue también notificado a la Comisión Europea.

"Estos casos no tienen consecuencias epidemiológicas, es decir, no ponen en riesgo la salud de los ciudadanos", sostiene Sanidad.

El Ministerio recuerda que el periodo de incubación de la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, desde el posible contagio, se estima que es de entre 5 y 10 años hasta la aparición de síntomas.

Esto implica, según Sanidad, que en los casos que se han conocido hoy el contagio se produjo antes de que entraran en vigor las medidas de control establecidas por el Gobierno español, en colaboración con las autoridades europeas y autonómicas, tras la aparición de los primeros casos de vacas locas en el Reino Unido.

En concreto, desde el primer momento se localizaron y prohibieron los piensos de origen animal o con proteínas animales, se estableció el sistema de eliminación de animales infectados, se fijaron las partes cárnicas que no podían destinarse a consumo humano para introducir las máximas garantías en el consumo.

Estas medidas de prevención y control, que siguen vigentes, garantizan que la carne que se consume en nuestro país reúne todos los requisitos de seguridad, afirma Sanidad.

Por último, Oñorbe recordó que en el Reino Unido se han producido 150 casos y en Francia una veintena, "mientras que en España, llevamos tres. Pero, insisto, no hay que tomar ninguna precaución porque ya están tomadas hace ocho años y funcionaron bien, pero es posible, no digo que probable que aparezca algún caso más, no en España sólo sino en cualquier país de la UE".