Infancia
Save the Children alerta de que uno de cada cinco niñas en el mundo está en riesgo de matrimonio infantil

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La organización Save the Children alertó este miércoles de que uno de cada cinco niñas en el mundo está en riesgo de ser forzada a casarse antes de los 18 años. Níger, Chad y República Centroafricana son los países con más casos de matrimonio infantil.
Los últimos datos publicados por Naciones Unidas muestran cómo un 19% de niñas en todo el mundo están en riesgo de ser obligadas a contraer un matrimonio forzoso. Según los datos aportados por Save the Children, cada año alrededor de 12 millones de niñas en el mundo son forzadas a casarse antes de cumplir los 18 años, 2 millones de ellas menores de 15 años.
“Esta práctica les roba la infancia, interrumpe su educación, las expone a violencia y las condena a embarazos precoces con graves riesgos para su salud y bienestar”, explicó la directora de comunicación en Save the Children, Alicia Moreno.
Pese a que en la última década los casos de matrimonios forzosos de menores han disminuido, si se tiene en cuenta el progreso conseguido se tardarían 300 años en erradicarlo, explicaron desde la organización.
Asia Meridional sigue siendo la región con un mayor número de casos de matrimonio infantil. En concreto, en esta zona del mundo casi el 45 % de todas las niñas y mujeres se casaron antes de los 18 años, y un tercio del total mundial se concentra en la India.
En África Occidental y Central, así como en América Latina y el Caribe, la prevalencia del matrimonio infantil permanece estancada, pero por encima del promedio global, con tasas del 33 % y 23% respectivamente, según los datos aportados por Save the Children.
RIESGO CLIMÁTICO
Desde la organización también alertaron de la incidencia de la crisis climática en el incremento de las violencias de género. Así, según el informe Girlhood de 2023, aproximadamente 2 de cada 3 matrimonios forzados de niñas tuvieron lugar en las regiones con un alto riesgo climático, como Sudán del sur, Burkina Faso, Etiopía, Bangladesh, Mali, Malaui, entre otros.
“Los fenómenos climáticos extremos, como inundaciones y sequías, también implican la pérdida de las cosechas, que se traducen en una disminución en los ingresos de las familias. Y para sobrellevar la situación económica, toman la decisión de casar a sus hijas”.
Ante esta situación, desde Save the Children informaron de la puesta en marcha de una nueva campaña, Casarse no es un juego, con el objetivo de visibilizar las consecuencias del matrimonio infantil y movilizar a la sociedad para proteger los derechos de las niñas.
“La infancia no es solo una etapa. Es un espacio, donde se ríe, se corre. Y donde sobre todo se juega. Es ahí donde una niña se siente libre, segura, viva. Pero a veces, el juego se detiene. Y con él, se detiene algo más: su risa, su voz, su infancia”, afirmó Moreno.
(SERVIMEDIA)
09 Jul 2025
MAG/gja