Así lo pone de manifiesto en una entrevista incluida en la revista ‘Seguros’ del mes de abril que edita el Colegio de Mediadores de Seguros de Madrid y recogida por Servimedia.

El director general de Seguros precisa que esa vigilancia incluye el riesgo de crédito y el riesgo de liquidez, ya que apunta que las subidas de los tipos de interés pueden tener efectos negativos como “riesgos de tensiones de liquidez” para las aseguradoras y un incremento de los costes de los siniestros y los gastos en un contexto de alta inflación.

Como efectos positivos para las aseguradoras expone los mayores rendimientos nominales de las inversiones y las mayores posibilidades para el seguro de vida ahorro con un interés garantizado, así como la mejora de la solvencia de las aseguradoras de vida.

Por otra parte, en la entrevista es preguntado una norma que afecta a su departamento como la Autoridad Independiente de Defensa del Cliente Financiero, que se encuentra en tramitación parlamentaria y que aunará los servicios de reclamaciones del Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Dirección General de Seguros. Álvarez la califica como un “mecanismo efectivo y ágil de resolución alternativa de litigios”.

Como novedades destaca que las resoluciones que emita este nuevo organismo por una cuantía inferior a los 20.000 euros serán vinculantes y podrá sancionar a las entidades si las incumplen. “Se trata de aprovechar su experiencia y trayectoria dentro de una institución reforzada de protección del cliente financiero y de seguros”, valora.

Sin embargo, bancos y aseguradoras se han opuesto al nuevo organismo, que deberán sufragar con una tasa de 250 euros por reclamación recibida, independientemente de su sentido final, e incluso la CNMV no aprecia necesidad de un nuevo organismo y el Banco de España ha advertido de un aumento de los conflictos entre clientes y entidades precisamente por la tasa.

El plazo para presentar enmiendas a este proyecto de ley está cerrado y se han formulado más de 200 propuestas de cambio que se tienen que negociar y votar. El punto más polémico es el diseño de la tasa pero el Gobierno ya se ha mostrado dispuesto a revisarla.