Así, según Sala, junto a los acuerdos ya suscritos con la Generalitat de Cataluña y la Diputación General de Aragón, se sumarán ahora nuevos acuerdos con la Xunta de Galicia, la Junta de Castilla-La Mancha, la de Castilla y León, así cono otro parcial con el País Vasco. Además, está previsto que se amplien los que hay ya co Andalucía y Extremadura.

El acuerdo que se está cerrando con las comunidades autónomas está basado en el principio de cofinanciación de servicios de tren que no son rentables, apoyándose en la responsabilidad que los gobiernos regionales tienen de matener el equilibrio y la integración en sus territorios.

La subvención pactada con las haciendas territoriales es la de aportar a Renfe 890 pesetas por kilómetro recorrido con cada tren, en los recorridos que los Gobiernos regionales desean mantener ese a sus pérdidas. A la cantidad total, se descontarán los ingresos que obtenga renfe por venta de billetes, de manera que las pérdidas en que pueda incurrir la compañía sean cubiertas.

Las cuantías de los acuerdos elevan a unos 6.500 millones de pesetas las ayudas que recibirá Renfe de las autonomías por mantener esos servicios, repartidos entre los 1.300 millones de la Xunta de Galicia, los 900 de Castilla-La Mancha, 1.200 de Extremadura, 1.800 de Castilla y León, 80 del País Vasco, y 1.200 de Andaucía.

Estos compromisos incluyen, en el caso de Andalucía y Extremadura, la recuperación por Renfe de compensaciones económicas por acuerdos parciales de este tipo que la compañía ya tenía con esas dos comunidades autónomas.

Con esta fórmula, la Unidad de Negocio de Trenes Regionales de Renfe pretende cubrir los cerca de 2.500 millones de pesetas que el Estado dejará de aportar en subvenciones a este tipo de servicios, al hacerlos pasar en el Contrato-Programa de 9.513 millones en 1994 a 6.969 milones en 1995.

La previsión de subvención directa del Estado a Renfe por este motivo en los próximos tres años es de 6.815 millones de pesetas, en 1996; 6.414 millones, en 1997 y 6.174, en 1998.