La Comisión de Defensa del Senado aprobó por 24 votos a favor y tres en contra una moción de apoyo al desarrollo del plan de acción de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el flanco sur.

El senador del PSOE Alejandro Mogo, en su defensa de la iniciativa, aseveró que los problemas, la inestabilidad y la fragilidad se acumulan en el flanco sur de la OTAN, zona de especial interés para España.

El senador advirtió sobre la situación en Afganistán, Libia e Irak, la “guerra que se desarrolló durante tanto tiempo en Siria”, y la situación en Oriente Próximo, con el proceso de paz actualmente en curso en Gaza, “más las amenazas que surgen de Irán”.

A ello añadió el Sahel, “que es la madre de todas las desgracias y que nos afecta directamente”, y alegó el terrorismo, el hambre y numerosos golpes de Estado.

También señaló “que en los países del norte y del sur mediterráneo se está produciendo una brecha en términos de prosperidad o de riqueza, que empieza a ser cada vez más acusada”.

Por ello, consideró que “el descuido” por parte de la OTAN de su flanco sur significa que “fuerzas emergentes, países como Rusia o como China entran en escena ganando peso e influencia”.

Ante el compromiso que adquirió la Alianza con el flanco sur en la Cumbre de la OTAN celebrada en Madrid en 2022, Mogo señaló que esta moción es oportuna en la medida en que muestra el respaldo político “a una necesidad estratégica que tiene que desarrollarse y que tiene que concretarse a la mayor brevedad”.

Por parte del PP, el senador Luis Rogelio Rodríguez-Comendador planteó al PSOE una enmienda de adición en la que defendía elaborar un plan de actuación que identifique las oportunidades de cooperación con los países vecinos del sur y “con el objetivo de mejorar la seguridad nacional y regional”. El PSOE rechazó la enmienda, y pese a ello el PP ofreció su respaldo a la moción socialista.

Josu Estarrona, de Bildu, se opuso a la moción con el argumento de que “se plantea la seguridad desde una óptica puramente militar” sin acudir a las causas estructurales de la situación en la vecindad sur, que en su opinión básicamente tiene que ver con “la desigualdad, la pobreza, el expolio de recursos naturales, la crisis climática, el comercio de armas o las consecuencias persistentes del colonialismo económico”.