Según informó hoy el Gobierno aragonés, el objetivo de esta iniciativa es luchar contra la doble discriminación a la que están sometidas las mujeres sordas, por el hecho de ser mujer y por tener, además, una discapacidad.

El Ejecutivo de Aragón explica que Silvia López, responsable de este servicio, se adapta a la forma de comunicarse de cada usuaria, ya sea mediante la lengua de signos, de forma oral más vocalizada, o con herramientas para afrontar una discapacidad añadida como la de las personas sordociegas.

Las usuarias que demandan este servicio son mujeres sordas, con algo de resto auditivo o sordociegas que se encuentran en una situación de violencia de género, tienen problemas de pareja, baja autoestima, depresión, etc.

De todas las usuarias, el 45% tienen entre 51 y 65 años y el 66% están casadas. Su nivel formativo es bajo y un 38% se encuentran trabajando (sobre todo en centros especiales de empleo y en la limpieza).