Malo de Molina advirtió de las complicaciones que puede acarrear el hecho de una economía en expansión, como la española, se encuentre en una situación de tipos de interés históricamente bajos, que estimula una expansión de la demanda, al tiempo que se produce una subida de la inflación.

El resultado puede ser que los costes de la producción aumenten y esto facilite la entrada de importaciones. Ante esta situación de pérdida de competitividad, la única posibiliad en un contexto de moneda única, que no deja margen a actuaciones de política monetaria, sería mediante la reducción de la producción y de la creación de empleo.

No obstante, el representante del Banco de España se mostró optimista y aseguró que estos problemas no alcanzarán "una gravedad importante", por lo que nuestro país seguirá adelante en el actual ciclo de crecimiento sostenido.

Malo de Molina hizo estas afirmaciones durante su intervención en el simposio "El futuro de la moneda única y l gobierno económico de la Unión Europea", que se celebra hoy y mañana en Madrid, organizado por la Universidad San Pablo-CEU.